La entidad financiera gallega Abanca abrió ayer en Ourense su primera "oficina rápida" que funciona como centro de atención al cliente y que pretende agilizar las operaciones diarias más habituales de los usuarios como la realización de ingresos, pago de recibos y contratación de servicios para "ahorrar tiempo" en las transacciones y mejorar la calidad del servicio.

El banco dio a conocer la incorporación a su red comercial de este "nuevo concepto de oficina bancaria" dirigido a proporcionar un servicio "más ágil, cómodo y especializado". Este tipo de sucursales abrirá de lunes a jueves en horario de mañana y tarde y se centrará "exclusivamente" en las operaciones diarias más habituales y que más agilidad y sencillez requieren, como "ingresos, reintegros, pago de recibos, contratación de servicios de banca electrónica, móvil", entre otros.

En las proximidades de estas oficinas, que se instalarán en grandes núcleos de población, habrá otras sucursales especializadas en atender las operaciones con una gestión más lenta.

Los responsables de la entidad destacaron que este nuevo modelo de oficinas supondrá un "importante ahorro de tiempo" para el cliente al poder hacer las gestiones en horario ampliado de mañana y tarde, con lo que aumenta "la calidad del servicio en las gestiones que requieren atención comercial o asesoramiento personalizado".

"Esta iniciativa es un ejemplo de nuestra identidad como entidad que se basa en proporcionar soluciones eficaces a las necesidades de los clientes, adaptándonos de manera flexible e innovadora a sus demandas", explicó el director general de Negocio España, Luis Beraza.

El banco indicó que elevará la dotación tecnológica de estas oficinas rápidas -en total abrirá cuatro- con dispensadores automáticos de turnos de atención, dispositivos para la gestión de efectivo, cajeros 24 horas y red wifi para clientes. Además, Abanca abrirá otras cuarenta oficinas en horario de tarde dentro de su nueva estrategia comercial.