César Alierta abandonará la presidencia de Telefónica tras casi 16 años al frente de una de las mayores operadoras de telecomunicaciones del mundo, que deja en manos de José María Álvarez-Pallete, hasta ahora consejero delegado y que sonaba como sucesor desde hace años. Está previsto que el nombramiento de Álvarez-Pallete reciba el visto bueno del consejo de administración de Telefónica el próximo día 8, que cerrará un proceso de sucesión iniciado en 2012, cuando Alierta designó a su delfín consejero delegado.

Alierta, que seguirá formando parte del consejo de administración de la compañía como vocal y asumirá la presidencia de Fundación Telefónica, considera que Álvarez-Pallete es "el directivo más preparado para afrontar con éxito los retos que impone la revolución digital". Los títulos de Telefónica subieron en Bolsa casi el 1,5% tras quedar despejada la sucesión.

Alierta, que asumió la presidencia de Telefónica en 2000 en sustitución de Juan Carlos Villalonga, deja tras de sí una compañía más internacional, con presencia en 21 países y con la vista puesta en la convergencia y en mercados como España, Alemania y Brasil, por los que ha apostado con fuerza en los últimos años en detrimento de otros, como Italia y Reino Unido. Durante su gestión, abanderó la apuesta por la convergencia; por que una misma operadora ofrezca en un sólo paquete telefonía fija y móvil, junto a internet y televisión de pago, lo que llevó a movimientos de concentración en el sector, como la unión de Vodafone y Ono y de Orange y Jazztel.

Nacido en Zaragoza en 1945, es licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza y Máster en Administración de Empresas por la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1970. Tras su paso por el Banco Urquijo, Alierta llegó al mundo empresarial por decisión de José María Aznar y de Rodrigo Rato, quienes lo designaron presidente de la entonces empresa estatal Tabacalera, privatizada bajo su mandato y a la que posteriormente fusionó con la francesa Seita, dando lugar a Altadis, que presidió hasta julio de 2000.

Alierta, cuya familia aún tiene negocios con Rodrigo Rato, fue procesado durante su etapa en Tabacalera por el supuesto uso de información privilegiada para la compra de acciones de la compañía en 1997. Fue absuelto en 2009 por haber prescrito el delito.

Bajo su mandato, Telefónica, con 322 millones de clientes y 125.000 empleados en el mundo, acometió dos expedientes de regulación de empleo que afectaron a 20.000 trabajadores. Los accionistas tuvieron un retorno del 120% con 40.000 millones en dividendos desde 1999. La acción, por el contrario, cayó de los 18 euros de julio de 2000, a los 9,86 de ayer.

Alierta, que en 2015 recibió unas remuneraciones de 8,7 millones, cambió en 2014 su blindaje por una aportación extraordinaria y única de 35,5 millones de euros a su plan de pensiones. Su delfín, Álvarez-Pallete (Madrid, 1963) lleva más de 17 años en la operadora (los tres últimos como consejero delegado) tras una etapa en la cementera Cemex. Es Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y la Université Libre de Bruselas.