La Guardia Civil detuvo ayer al exbanquero Mario Conde por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, tras haber detectado que en los últimos diecisiete años ha repatriado más de 13 millones de euros que provendrían de las cantidades (26 millones, según sentencias judiciales) saqueadas en su día a Banesto, la entidad bancaria que presidió entre 1987 y 1993. Según fuentes de la investigación, Conde permanecerá al menos hasta esta mañana en los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos en Madrid.

Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil también arrestaron a otras siete personas: los dos hijos de Conde (Mario y Alejandra), el marido de ésta, Fernando Guasch Vega-Penichet; el abogado Francisco Javier de la Vega y tres colaboradores del empresario: Francisco de Asís Cuesta, María Cristina Álvarez Fernández y Roland Stanek.

Todos ellos serían los testaferros de Conde, quien habría creado un entramado de sociedades para repatriar el dinero en pequeñas cantidades desde cuentas de Suiza y Reino Unido a través de préstamos ficticios, ampliaciones de capital e ingresos en efectivo. Además, el magistrado ha acordado una serie de medidas cautelares para asegurar el patrimonio de los imputados.

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Los nueve registros realizados se produjeron en la vivienda madrileña de Conde (en el distrito de Chamartín), en su pazo de A Mezquita en Ourense y en varias sociedades bajo su control -caso de una empresa de productos cosméticos de Torrejón de Ardoz- que habrían sido utilizadas para blanquear el dinero procedente de los depósitos que Conde habría situado en el exterior tras detraerlos de Banesto antes de la crisis del banco en 1993. También han sido bloqueadas más de 20 cuentas bancarias.

Durante el registro en Chamartín, solo abandonó la vivienda el abogado del exbanquero, Ignacio Peláez, quien aseguró a los medios de comunicación congregados que no podía comentar "nada" porque la investigación "está bajo secreto de sumario".

Pese a la intensa lluvia, numerosos curiosos y vecinos se acercaron hasta la puerta del inmueble, muy cerca de la calle de Pío XII, atraídos por la expectación mediática e, incluso, muchos no han dudado en fotografiar la entrada de la casa con sus móviles.

La fuga de capitales fuera de España y su posterior repatriación gradual aparentando operaciones mercantiles para su blanqueo es un método conocido como "inversión circular". El presidente de la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado, José Luis Groba, en declaraciones a TVE, y el secretario general de los Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, en manifestaciones a la Ser, afirmaron que el rastro de parte del dinero sustraído en Banesto hace más de dos décadas ha podido ser detectado ahora por los avances en la investigación que se hicieron en los dos últimos años, una vez que Suiza relajó su secreto bancario a raíz de los últimos escándalos. La Guardia Civil llevaba un año y medio siguiendo los movimientos de dinero de Conde desde el exterior.

Las detenciones se produjeron en el marco de una investigación dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y la Fiscalía Anticorrupción tras una querella presentada por Anticorrupción el 29 de marzo contra Conde y otras 14 personas por delitos de blanqueo de capitales, organización criminal, frustración de la ejecución y ocho delitos contra la Hacienda Pública. La querella tiene su origen en una comunicación del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac, dependiente del Ministerio de Economía) de septiembre de 2014. Conde es, según la Agencia Tributaria, el mayor deudor del Fisco, con el que tiene pagos pendientes por 9,93 millones de euros.

Según las sentencias que condenaron a Conde por el saqueo de Banesto, desaparecieron más de 26 millones de euros de la entidad bancaria mientras él era presidente. La Fiscalía considera en su querella que una parte "muy considerable" de los fondos no recuperados ha sido blanqueada por él desde 1999 hasta la actualidad en un montante superior a los 13 millones de euros. Esa cantidad incluye la plusvalía que durante las últimas décadas han ido generando las operaciones financieras con el dinero sustraído de Banesto, que iba transfiriendo a España a medida que lo iba necesitando para cubrir sus gastos.

El arresto de Conde se produce 22 años después de que el exbanquero ingresara en 1994 en la cárcel de Alcalá-Meco, en la que estuvo 34 días, por apropiación indebida, estafa, falsedad documental y maquinación para alterar el precio de las cosas por el caso Banesto, el mayor escándalo financiero de los noventa.

Conde fue condenado en 1998 a cuatro años de cárcel (de los que cumplió año y medio) por el caso Argentia Trust (desvío a esta sociedad instrumental de 3,6 millones de euros procedentes de Banesto ) y en 2000 fue nuevamente condenado por el caso Banesto a diez años de prisión, que el Tribunal Supremo elevó a veinte años, y de los que Conde cumplió seis (2002-2008) tras acogerse a beneficios penitenciarios durante su estancia en prisión.