El presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas de Holanda, Jeroen Dijsselbloem, afirmó ayer que si un político critica al Banco Central Europeo (BCE) se trataría de "influencia política", tras las polémicas declaraciones de su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble. "[El presidente del BCE, Mario] Draghi tiene que hacer su trabajo con independencia, lo que también quiere decir que nosotros, los políticos, tenemos que realmente abstenernos de hacer comentarios, críticas, etcétera", sentenció Dijsselbloem. "Tiene que tomar decisiones que sean buenas para el conjunto de la eurozona y eso es exactamente lo que el BCE está haciendo y cuanto más nos abstengamos de comentar, mejor funcionarán", aseguró.

El propio Draghi respondió el pasado jueves con dureza a Schäuble, quien criticó que los tipos de interés están muy bajos, al que recordó que "obedece a la ley y no a políticos".