El vicepresidente de la patronal española CEOE y presidente de Cepyme y Confemetal, Antonio Garamendi, afirmó ayer que ha llegado el momento de "relajar un poco el cinturón" de la moderación salarial y advirtió de que el impasse político actual es "malo" y hay inversiones "de calle" paralizadas. Así lo indicó durante su intervención en el encuentro Diálogos de Internacionalización, en el que opinó que la situación política de España es "la historia de un fracaso", ya que el país contaba con una evolución "potente", al crecer por encima del 3%, haberse creado un millón de empleos y pasar de ser el sexto país exportador al segundo.

Garamendi advirtió de que ante "amenazas" como la evolución del precio del petróleo o de la economía asiática, "que se dé esta situación no es bueno", si bien considera que no se puede decir que España va "horriblemente mal" porque supondría un "mensaje espantoso". "La situación de impasse, que no tengamos Gobierno, sea del signo que sea, es malo y creo que no se entiende", apuntó Garamendi, que criticó que "muchas veces" haya motivos personales que provocan la falta de entendimiento entre la clase política.

No obstante, indicó que, al final, la "mejor solución" es la repetición de elecciones, cuyos resultados "se tendrán que interpretar de una manera diferente", porque "no vamos a ir a unas terceras". "Vamos a pasar del Estado del bienestar al bienestar sin Estado, igual estamos más cómodos así porque para que nos legislen mal, igual estamos mejor", ironizó el representante de la patronal española.

Frente a la falta de acuerdo entre los partidos, Garamendi valoró la capacidad de negociación de las patronales empresariales y los sindicatos, que propició una paz social que fue "definitiva en estos años de crisis". "A pesar de las posturas enfrentadas y complicadas en muchos casos, nos queremos", apostilló el líder patronal ante el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el exsecretario general de UGT, Cándido Méndez, presentes en el acto.

Respecto al perjuicio de la incertidumbre política de cara a las inversiones, Garamendi destacó que las inversiones lanzadas y previstas "se están realizando", sin embargo las inversiones "de calle sí están paradas porque no sabemos muy bien donde vamos".

Reforma laboral

En cuanto a la regulación del mercado de trabajo, Garamendi aseguró que "muchos" empresarios están "temerosos" por saber el futuro de la reforma laboral, ya que necesitan saber "cuál es la posición" y "tener claro" la normativa laboral. Por ejemplo, se refirió a algunas propuestas de Podemos en materia de cotizaciones sociales, que conllevarían un coste añadido de unos 48.000 millones, lo que provocó, dijo, la llamada de "multinacionales diciendo que si eso pasa se van de aquí, porque es un coste inmenso para las empresas". "Las situaciones de inseguridad son situaciones que no benefician absolutamente a nadie", enfatizó. No obstante, matizó que la reforma laboral "habría que reformarla", porque "se ha judicializado en exceso" y actualmente la "indefinición" de la norma "es un riesgo para las inversiones".

En cuanto a los salarios, Garamendi aseguró ser un "firme defensor" de la moderación salarial en las pymes, porque "ha sido fundamental para la competitividad", si bien apuntó que "ha llegado el momento de soltar un poco el cinturón" de dicha moderación, así como "avanzar en transparencia". "Nos sentaremos, la mesa se abrirá, todavía no está abierta. La vocación siempre es posibilista, pero no puedo adelantar posiciones", apuntó.