Un centenar de operarios participan desde hoy y hasta el próximo 22 de junio en las labores de revisión programada de la central de ciclo combinado que Endesa tiene en el complejo de As Pontes y en el que participarán una veintena de empresas subcontratadas para este fin. Éstas darán empleo a unas setenta personas, que se unirán a la treintena que trabaja en la propia central, según explicó Endesa en un comunicado.

Los trabajos consisten en una profunda comprobación del estado de las principales bombas de la planta y en inspecciones boróscopicas -una suerte de endoscopia que se realiza en el interior de máquinas inaccesibles al ojo humano- del compresor y de las propias turbinas de la instalación. Los técnicos realizarán operaciones de mantenimiento en los interruptores e inspeccionarán y sustituirán las válvulas críticas y alternadores que lo necesiten, además de comprobar el estado y limpiar las instalaciones de protección y control de la línea de alta tensión en 400 kilovoltios (kV) que conecta la central de As Pontes con la red española de transporte de electricidad.

La central de ciclo combinado de As Pontes tiene una potencia de 855 megavatios, y según Endesa, es una de las más eficientes de España porque permite mantenerla operativa a muy baja potencia, lo que es vital para que esté dispuesta y preparada para empezar a funcionar en caso de que las fuentes de energía renovable dejen de generar electricidad y la demanda así lo aconseje. Como está acostumbrada a recalcar Red Eléctrica de España, la operadora del sistema eléctrico que se encarga de que la oferta de electricidad en España esté en todo momento ajustada a la demanda de consumidores y empresas -en caso de descompensaciones, el sistema colapsaría-, la generación de energía renovable tiene preferencia sobre el resto de las centrales o fuentes, porque sólo puede aprovecharse cuando se produce. Así que cuando el viento sopla y los molinos eólicos generan electricidad, las centrales de ciclo combinado se mantienen en alerta y al ralentí para empezar a funcionar en caso de que el viento pare de repente.

Abril de hecho debió ser un mes de producción eólica muy inestable porque el ciclo combinado de As Pontes, que sirve de respaldo a los parques eólicos gallegos, fue requerido para generar electricidad en prácticamente todos los días del mes, según precisó ayer Endesa. Si la ausencia de viento es prolongada durante un espacio de tiempo más largo, son las centrales térmicas las que entran a funcionar.

Precisamente por este permanente estado de respaldo, la instalación de gas de As Pontes está sometida a continuas operaciones de arranque y parada, que exigen una "alta preparación del equipo humano" pero también un exigente mantenimiento de la instalación.