Rubén Bartolomé, presidente de Alcoa España, inicia a la una de esta tarde una ronda de contactos con los comités de empresa de las factorías de A Coruña, San Cibrao y Avilés. Es la primera vez que el directivo acude tan rápido a las solicitudes de los representantes de los trabajadores y, en teoría, lo hace para informarles del proceso de venta que trascendió el pasado lunes. En esta semana, la multinacional estadounidense ha evitado dar cualquier dato sobre los contactos que mantiene con el grupo industrial Aludium y con tres fondos de inversión interesados en comprar o firmar alianzas con Alcoa y ante los empleados alegó acuerdos de confidencialidad para no dar más detalles que una mera confirmación de que esas negociaciones existen. La primera cita será a la una de esta tarde en San Cibrao y a ella seguirá la que se producirá, el día siguiente, en A Coruña. El miércoles le tocará el turno a Avilés. El directivo escuchará prácticamente la misma demanda en todas las plantas: transparencia y respeto a los trabajadores en el proceso y que éste garantice un futuro industrial y el mantenimiento de los empleos