El próximo viernes entra en vigor la nueva ley de Auditoría, fruto de la adaptación de la normativa española a una directiva de las autoridades europeas. El texto fija un periodo máximo de rotación de diez años, de forma que se limita el periodo de tiempo consecutivo en que una firma puede auditar las cuentas de una empresa. No obstante, este periodo máximo de rotación es ampliable a otros cuatro años si se celebra un concurso público.