Galicia fue tradicionalmente un territorio de bajo endeudamiento y mucho ahorro. Un perfil que se intensificó durante los primeros años de la crisis por el enorme impacto que en la comunidad tuvo la reforma financiera -las ventas del Pastor y el Gallego y la desaparición de las dos cajas de ahorro, con el consecuente cierre de oficinas y la obligación de reequilibrar los riesgos de las cuentas de las entidades- y que ante los primeros síntomas de la recuperación de la economía no parece que vaya a cambiar. El primer trimestre de este 2016 deja un pequeño aumento de la financiación en la autonomía. Ligerísimo. De únicamente el 0,36%, según los datos publicados ayer por el Banco de España. Es, además, una subida desequilibrada, que se concentra exclusivamente en la provincia de A Coruña y en las administraciones, mientras que a los hogares y las empresas les toca de refilón, hasta el punto de que en su caso el ahorro, en nuevos máximos históricos, avanza un 62% más que lo que reciben en préstamos.

Los créditos alcanzaron en marzo en Galicia los 43.178 millones de euros después de ese incremento de casi el 0,4% respecto a diciembre. En total, 158 millones más. ¿Cómo se reparte? Prácticamente la mitad, 74 millones, fue para el sector público, donde la financiación asciende un 2,6%, a 2.879 millones de euros. El resto, 84 millones, fue para los otros sectores residentes, donde el peso fuerte es de los hogares y las compañías, con un alza del 0,2%, a 40.299 millones.

En comparación con el mismo periodo del pasado 2015, la financiación en el tejido productivo de Galicia acumula una caída del 2%. De 881 millones de euros. Las cifras están lejísimos de lo alcanzando durante la etapa de bonanza, antes del resbalón que se pegó el sector financiero por su gran exposición al sector del ladrillo y el estallido de la primera recesión. El máximo se remonta a diciembre de 2009: 71.283 millones de euros. Desde entonces, la comunidad perdió 28.105 millones del saldo en préstamos, un 40%. ¿Y el conjunto del país? Galicia se colocó desde el principio del parón económico a la cabeza del recorte y sigue entre los primeros puestos. La media estatal se sitúa en el 27,4%. Con esa todavía diferencia negativa en relación a los niveles del crédito de hace un año cuesta creer que exista un cambio de tendencia. Por eso y porque el diminuto aumento de la financiación en Galicia solo se da en la provincia de A Coruña. Un 1,9% más. Del 3,8% en las administraciones y el 1,2% entre los particulares. En Pontevedra, en cambio, los préstamos al sector público se desplomaron un 7,8% y un 1,3% los destinados a empresas y familias. Otro 7,9% cayeron para las administraciones en Ourense y un 0,8% en los otros sectores residentes; en Lugo el descenso fue del 3,8% y el 0,2%, respectivamente.

Galicia es una de las tres excepciones en la caída en general del crédito en España entre enero y marzo, junto con País Vasco, con un aumento del 0,6%; y Navarra, del 0,2%, como reflejan las estadísticas actualizadas por el supervisor del sector financiero. Entre las bajadas más destacadas están Valencia (1,5%), Cantabria (1,7%), Murcia (2,5%) y Cataluña (6,6%), la clave de que la caída media nacional (1,9%) sea tan elocuente.

La evolución de los depósitos en Galicia no tiene nada que ver con la de los créditos. Tras las importantes retiradas de ahorro que se dieron en los primeros años de la crisis -entre 2010 y 2012 la reducción rozó los 2.500 millones de euros-, la cantidad no ha dejado de crecer salvo en algunos trimestres contados. En marzo sumaban 57.855 millones de euros. Un 0,2% más que en diciembre, un 0,4% por encima del mismo mes del pasado ejercicio y un nuevo récord.

Los ahorros en Galicia se elevaron en 106 millones en el primer trimestre. Es el resultado de los 30 millones de caída que se dan en los depósitos de las administraciones públicas frente el aumento de 136 millones en hogares y empresas. Se nota, y mucho, la bajísima remuneración por los tipos de interés en mínimos históricos. Por eso los depósitos a plazo caen en 475 millones de euros y aumentan las cuentas a la vista en 483 millones.

Mientras, la morosidad de los créditos concedidos por el sector financiero español a particulares y empresas bajó al 9,91% en el mes de abril, manteniendo los niveles de julio de 2012, según los datos publicados también ayer por el Banco de España.

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