El expresidente de Banesto, el gallego Mario Conde, abandonó ayer a las ocho de la tarde la prisión de Soto del Real (Madrid), en la que permanecía desde el 13 de abril, después de que la Audiencia Nacional acordara su excarcelación bajo fianza y en régimen de libertad condicional, y una vez que el exbanquero depositó ayer los 300.000 euros en efectivo que cubren íntegramente el importe de la fianza impuesta por el juez Santiago Pedraz. Una primera fianza hipotecaria aportada el día anterior por miembros de la Fundación Francisco Franco fue rechazada por el magistrado por insuficiente. La orden de puesta en libertad fue dictada por la juez de guardia en la Audiencia Nacional Carmen Lamela inmediatamente después de que se hubiese consignado la transferencia por los 300.000 euros.

Conde, que abandonó el presidio sin hacer declaraciones, deberá comparecer todos los lunes ante la Audiencia Nacional, que podrá requerir su presencia cuantas veces lo considere necesario. El exbanquero no podrá abandonar España "sin autorización y conocimiento del juzgado" y tendrá que permanecer localizable en todo momento por teléfono. Como medida de cautela adicional, el empresario tampoco podrá variar su domicilio de forma temporal o definitiva sin autorización previa. Se le ha retirado además el pasaporte, que deberá entregar el próximo lunes por la mañana en la sede de la Audiencia Nacional, en Madrid.

Más de dos meses en la cárcel

El expresidente de Banesto ingresó el 13 de abril en la prisión madrileña de Soto del Real en el marco de la causa en la que se le investiga por crear un entramado empresarial en España y el extranjero para repatriar fondos procedentes de Banesto. Conde fue condenado por su gestión en el banco entre 1987 y 1993 y cumplió dos penas de prisión por los casos Banesto y Argentina Trust.

Según la nueva investigación, el exbanquero gallego habría blanqueado entre 1999 y 2014 más de 13 millones de euros (2,2 millones, a través de ingresos en efectivo y 10,7, mediante transferencias en cuentas en el extranjero) procedentes de la desviación de recursos del banco, que tuvo que ser intervenido y rescatado en 1993. Su hija, Alejandra, permanece en reclusión domiciliaria desde el 13 de abril y otras personas allegadas al empresario también están siendo investigadas en la misma causa.

Pedraz señaló en su auto que "siguen existiendo motivos para estimar responsable criminalmente" a Conde de alzamiento de bienes, blanqueo, ocho delitos contra la Hacienda Pública y organización criminal. La primera vez que entró en la cárcel fue en diciembre de 1994, cuando permaneció 30 días en prisión preventiva por el caso Banesto. El 26 de febrero de 1998 fue de nuevo encarcelado por el caso Argentia Trust, hasta que el 9 de agosto de 1999 obtuvo la libertad condicional por esta causa.