Si el desplazamiento fuera de la comunidad para trabajar fue muy acusado el pasado año, también lo fue la movilidad entre las provincias gallegas pero sin tener que salir de la autonomía, lo que ofrece muchas más garantías de poder mantener el mismo domicilio. En 2015 fueron 67.845 los contratos registrados que obligaron a los trabajadores a salir de su provincia de residencia, pero sin cruzar los límites de la comunidad.

En la provincia de A Coruña fueron 22.000 los que se desplazaron a alguna de las otras tres circunscripciones gallegas, de los que algo más de 13.000 recalaron en Pontevedra. A Lugo se marcharon casi 7.000 y algo menos de 2.000 a Ourense.

Algo más de 30.000 desplazados corresponden a la provincia de Pontevedra, de los que casi 22.000 se mudaron para trabajar en A Coruña, por otros 5.200 que se fueron a Lugo o los 3.200 a Ourense. Casi ocho de cada diez desplazados fueron contratados en el sector servicios, mientras que la industria y la construcción motivaron la salida de un 20%. El resto, apenas un 1%, encontró acomodo en la agricultura y la pesca.

Desde la provincia de Lugo se movilizaron más de 8.000 trabajadores a alguna de las otras provincias de Galicia y de la Ourense salieron casi 7.500 personas por sus contratos con destino a otro punto de Galicia.