Galicia era en 2008 la comunidad española que tenía más autónomos personas físicas en activo que superaban los 55 años, el 31,3% del total, y ahora se encuentra en la tercera posición, con el 29,7%, solo superada por Castilla y León (31,7%) y La Rioja (29,8%). La mejoría viene de que hay menos profesionales por cuenta propia en general y también de que algunos, que estaban próximos a la edad de jubilación, decidieron retirarse ante las malas perspectivas económicas en plena la crisis. El resto, los que ven lejos los 65 años, asegura el presidente de ATA-Galicia, Rafael Granados, se aferran a su negocio y alargan su vida laboral "lo máximo posible" con el fin de lograr una jubilación "lo más digna posible". "Galicia tiene las pensiones más bajas y el sistema no favorece a los autónomos. Muchos no se plantean ni dejar el negocio porque si se van no tienen paro ni ningún tipo de ayuda", relata Granados.

Una situación que puede explicar también que aumentasen en estos ocho años tanto los autónomos que cotizan por entre dos y tres veces la base mínima, hasta un total de 6.509 (cinco veces más que en 2008, cuando eran 1.260), como los que cotizan por más de tres veces la base mínima, 713, un 11% más, lo que provocó que la base media de cotización de Galicia subiese en relación con España.