El representante de UGT en el comité de empresa europeo de Alcoa, José Luis Combarro, confirmó ayer que la información trasladada en las últimas semanas por la dirección de la compañía a ese órgano de representación de los trabajadores no despeja las dudas sobre el futuro de las fábricas españolas -las de A Coruña, San Cibrao (Cervo) y Avilés (Asturias)- salvo que la multinacional no "ha tomado todavía ninguna decisión" y si lo hace se planteará "a largo plazo".

Según Combarro, la compañía aclaró a los representantes de los trabajadores que la información sobre la posible venta de sus plantas en España no tiene su origen en una filtración de la propia Alcoa, porque en estos momentos "no hay tomada ninguna decisión" al respecto.

La multinacional estadounidense sigue "buscando opciones" para mejorar la rentabilidad de sus factorías y, en este momento, son "muchas las posibilidades" que tiene sobre la mesa. En todo caso, la dirección de Alcoa informó a los representantes de la plantilla de que cualquier decisión sobre la propiedad de las fábricas, explicó Combarro, será "a largo plazo".

El representante sindical reconoció que esa contestación fue un poco ambigua, porque al decir "a largo plazo", cada quien puede sacar sus propias conclusiones.

Precisamente, los comités de empresa de A Coruña y Cervo solicitaron la semana pasada una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pero, según Combarro, aún están a la espera de que el Gobierno autonómico fije la fecha de ese encuentro.

Tanto la plantilla como la dirección de Alcoa tienen claro que el futuro de las plantas españolas de la aluminera pasa por una tarifa eléctrica similar a la existente en otros países de la UE para que las fábricas puedan ser competitivas. Además, los trabajadores de la factoría de A Grela aseguran que en el modelo actual de reparto de los incentivos por la interrumpibilidad -por suspender o reducir el consumo de energía cuando el sistema no logra atender la demanda- perjudica a la multinacional estadounidense porque acude a la subasta en "desventaja" respecto a otras empresas grandes consumidoras de electricidad.

Como explican los representantes de la plantilla de las fábricas gallegas en el escrito enviado a Feijóo, Alcoa consume unos 15.000 kilovatios hora (KWh) para producir una tonelada de aluminio, mientras que para obtener una de zinc se requieren unos 3.500 kilovatios hora y para una de acero solo 500 KWh. "Con estos datos es fácil entender que la empresa no puede ser competitiva en un sistema de puja como el actual pues el punto de rentabilidad de industrias como el acero, el zinc, aleaciones de hierro, cementeras o químicas es muy inferior al de las empresas de aluminio, por lo que tienen mucho más margen para bajar los precios", resume el presidente del comité de empresa de la fábrica de A Grela, Juan Carlos López Corbacho.