La reforma del Impuesto de Sociedades anunciada por el Gobierno para reducir el déficit fiscal este año y tratar de evitar o atenuar al máximo la sanción promovida por la UE contra España por déficit presupuestario excesivo en 2015 supone "menos y peor financiación", aunque no son "números importantes", según la patronal española CEOE, que pidió "lo mismo" para el sector público, en el sentido de que reduzca la morosidad y pague antes a las empresas a las que debe dinero. El líder de los empresarios españoles, Juan Rosell explicó que la medida anunciada por el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, supone una restricción de su liquidez, pero "no es aumentar la tributación, sino adelantar el pago de los impuestos".

Rosell indicó que hasta la fecha había unos plazos de pago y lo que se hace ahora es "acortarlos e incrementarlos en porcentaje", lo que en la práctica supone "un intento de peor financiación" para las empresas. "Nos gustaría que esta menos financiación fuese también parecida en el sector público, en el sentido de decir que la morosidad existente en el sector público con la empresa privada también mejorase", defendió Rosell, que abogó por "simplificar las cosas".

El Gobierno español pretende generar 6.000 millones adicionales este año mediante el restablecimiento de tipos mínimos (no desvelados) en los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades a partir de "determinados umbrales", no especificados, pero que, según avanzó ayer el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, sólo afectarán a grandes empresas.

Rajoy aseguró que no se trata de una subida fiscal, dado que no eleva sus tipos, sino un aumento de los pagos fraccionados adelantados para las grandes empresas, sin que ello entrañe -dijo- que se pague más en el cómputo final. El PP agregó que no hay por ello incumplimiento programático.

Sin embargo, el PP concurrió a las elecciones de hace 18 días con la promesa de bajar varios impuestos, incluido el de sociedades, y no hace ni un año que había retirado la medida que ahora pretende que restablezca el próximo Gobierno.

Rajoy también restó relevancia al temor de los empresarios, que ven en la medida una restricción de su liquidez y replicó que la decisión tendrá poco impacto en las empresas, dado que las grandes compañías están mejorando sus beneficios un 12% y las retenciones se les redujeron un 56%; que se trata de volver al sistema que ya estuvo vigente en 2013, 2014 y 2015 y que, con el nivel actual de tipos de interés ínfimos, las grandes empresas se pueden financiar "casi al 0%" con las emisiones de bonos corporativos.

En similares términos opinó el catedrático Manuel Lagares, que fue presidente de la comisión de expertos para la última reforma fiscal. Lagares dijo a la Cope que no supondrá "un coste importante para las grandes empresas" porque es sólo un anticipo.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, sostuvo que se trata de un "nuevo engaño" del PP, y que la decisión de aumentar la recaudación en los pagos a cuenta se produce "días después de las elecciones a las que se presentó diciendo que no iba a subir los impuestos, sino que los iba a bajar". Según Sánchez, es "sólo el primero de los platos que vamos a ir viendo durante las próximas semanas y meses" si Rajoy es reelegido. El PSOE dijo que es "un parche que infla la recaudación temporalmente de forma artificial".

El comisario europeo Pierre Moscovici expresó que para que la multa sea cero España y Portugal deben dar "las respuestas que esperamos" sobre cómo van a contener sus déficits públicos.