Los bancos acreedores de Abengoa y los bonistas confían en llegar antes de que acabe el mes de julio a un acuerdo definitivo para cerrar el plan de reestructuración de la compañía, pese a reconocer que las negociaciones con la empresa van más lentas de lo esperado, según informaron fuentes financieras a Europa Press. Además, atribuyen las posibles tensiones de liquidez que pueda afrontar la compañía, con dificultades para abonar la paga extra de verano de la plantilla, a ese retraso en la marcha de las negociaciones, si bien creen que una vez firmado el acuerdo esas tensiones desaparecerán.

Estas fuentes recuerdan también que los acreedores suscribieron ya tres rondas de financiación por más de 400 millones que dieron oxígeno a la empresa andaluza, a la que emplazan a ser más proactiva en su proceso de desinversiones de activos no estratégicos, algo que le permitiría aliviar su deuda y sus posibles tensiones de liquidez.