La industria gallega tiene que apostar por generar valor añadido y no por ajustar salarios para competir con el norte de Portugal. "Por ahí no hay camino", aseguró ayer Albino Prada, uno de los economistas que coordina el Informe Económico Galicia 2016 del Ardán. A su juicio, es la única vía para asegurar un "futuro industrial" en Galicia frente a los países low-cost. Prada explicó que esta dinámica de deslocalización industrial de los países desarrollados a regiones low-cost comenzó en Alemania hacia Europa del Este dentro de un contexto de dumping social, salarial y medioambiental en actividades de bajo valor añadido en las que los costes del capital humano son importantes. "Tenemos que buscar nichos de negocio a los que en otros países no puedan llegar", reconoció este experto. En Galicia, esta situación se está repitiendo con ciertas inversiones relacionadas con el automóvil y el metal.