Banco Popular ha decidido apostar por un directivo externo para liderar la gestión ordinaria de la entidad y llevar a buen puerto los objetivos del plan estratégico que se marcó tras aprobar una ampliación de capital por 2.500 millones de euros. Y lo ha hecho tras relevar de su cargo al ya exconsejero delegado, Francisco Gómez, que deja el banco con un acuerdo de prejubilación. El nuevo fichaje y CEO es Pedro Larena, hasta ahora responsable del segmento de particulares de Deutsche Bank. La piedra angular del programa de futuro pasa por separar el negocio financiero del inmobiliario, que sigue penalizando los resultados del grupo. El Popular cerró el primer semestre con un beneficio neto de 94 millones, un 50% menos que hace un año. La actividad principal de la entidad registró beneficios por 577 millones, pero el ladrillo aportó pérdidas por otros 483.

La división de ambos segmentos de negocio, que liderará Larena, permitirá a la entidad mejorar los niveles de eficiencia y rentabilidad que siempre ha abanderado en nichos como la banca minorista a empresas. El Popular tiene intención de rentabilizar el negocio inmobiliario corriente y, en paralelo, acelerar la desinversión en activos no productivos. El mercado recibió de forma positiva los resultados semestrales y el fichaje de Larena y las acciones del banco cerraron ayer con un avance del 2,37%. Eso sí, la ampliación de capital deterioró casi un 50% el valor de los títulos desde el 26 de mayo, cuando la anunció su presidente, Ángel Ron.

Según explicó el banco en un comunicado, existe la firme intención de acometer también un "plan de reducción de costes" para "optimizar y adecuar la capacidad productiva al nivel de ingresos actual, que se encuentra fuertemente presionado por el entorno de tipos" bajos. El Gobierno prevé que el Euribor, principal referencia del mercado hipotecario en España, continúe en valores negativos en 2017, lo que endurecerá la cuesta arriba para el sector bancario estatal.

"En un entorno de elevada competencia y tipos sumamente reducidos, la especialización por negocios genera valor para el cliente y rentabilidad para el accionista", explicó el director financiero del banco, Francisco Sancha, en la presentación de resultados, quien añadió que la intención es la de convertirse en una entidad comercial "diferenciada por negocios".

La división

A partir de ahora, el negocio principal del banco englobará los negocios de pymes y autónomos, el negocio de consumo, el negocio de banca seguros, la actividad mayorista y el negocio de particulares, y estará separado del inmobiliario, que "no será un banco malo, puesto que tiene préstamos al corriente de pago". "Consideramos que son negocios distintos, por eso los segregamos. La gestión separada va a traer grandes réditos. Eso es lo que se persigue, además de poner el foco en la desinversión", concretó Sancha. Hasta septiembre el crédito rentable creció un 1,6%, apoyado en el negocio de pymes y autónomos.

En cuanto al cese de Francisco Gómez aseguró que el cambio de consejero delegado no ha estado auspiciado por el Banco de España ni por el Banco Central Europeo, sino que ha sido una decisión interna y de los órganos de administración de la entidad. "No ha habido injerencia ni comunicación previa con las autoridades", concluyó.