El Consejo de Ministros aprobó ayer el Plan Anual de Políticas de Empleo (PAPE) para 2016, con un presupuesto de 5.265 millones de euros, un 8% más que el año anterior. De esta cantidad, hasta 1.800 millones de euros se destinarán a las comunidades autónomas, un 16,6% por encima de la dotación de 2015.
En rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, explicó que el plan, que ya fue acordado con la comunidades autónomas en conferencia sectorial el pasado mes de abril, es "el gran instrumento de activación para el empleo del Gobierno en el ámbito de trabajo conjunto con las comunidades autónomas".
El reparto de fondos entre las diferentes comunidades todavía está pendiente de aprobación en un próximo Consejo de Ministros, una vez sean remitidos los informes preceptivos por parte del Ministerio de Hacienda.
Entre las principales líneas de actuación del PAPE se encuentran el lograr incrementar el empleo entre los jóvenes, implantar la Garantía Juvenil, favorecer la inserción laboral de los colectivos que lo tienen más difícil, como es el caso de los parados de larga duración, la formación para el empleo de los parados, la vinculación de las políticas activas y pasivas de empleo y el impulso del emprendimiento.
El reparto de parte de los fondos para las políticas activas entre las comunidades autónomas se realiza desde 2013 en función de los objetivos alcanzados en el año anterior. La parte asignada por esta vía en 2013 fue el 40% del total de los recursos, mientras que en 2016 se alanzará el 70%. El Consejo de Ministros también aprobó ayer la convocatoria estatal de subvenciones para la formación de trabajadores ocupados para 2016 y 2017, con una dotación de 250 millones, la mayor parte para el ámbito sectorial. Es la primera convocatoria de esta naturaleza abierta al 100% a la concurrencia competitiva de las entidades formadoras tras la aprobación de al reforma de la formación, que dejó a patronal y sindicatos fuera del control de estos cursos, en septiembre de 2015.
