Entre 2006 y 2007 las bajas temporales se duplicaron en Galicia, desde una media de 10.900 al mes hasta superar las 23.000. Pero la tasa de paro tocaba suelo con un, ahora, ambicionado 7,5%, y la de ocupación estaba por encima del 50%, con lo que el absentismo era una preocupación en letargo para empresas y administración. La crisis llegó a continuación como un vendaval y las bajas se fueron reduciendo entre un 5,2 (en 2009) y un 24% (2012) por miedo a perder el puesto de trabajo, con una tasa de paro que acarició el 22%. Ahora, al abrigo de una recuperación en el mercado laboral y la economía, el absentismo ha vuelto a crecer de forma exponencial. Repuntaron un 21,2% hasta mayo, con 14.188 incidencias al mes en la comunidad, y se aproxima a los niveles de 2011. Entonces el 18,2% de la población activa estaba en situación de desempleo, exactamente la misma tasa que en el primer trimestre de este año. El aumento supera el de la media estatal, del 14% en el mismo periodo.

Teniendo en cuenta que el número de ocupados en Galicia repuntó apenas un 0,15% entre el cuarto trimestre de 2015 y el segundo de 2016, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), el incremento de las bajas por incapacidad temporal ha sido veinte veces mayor que la recuperación del mercado laboral. Sí existe una vinculación estadística entre la mejora de las condiciones económicas y la prevalencia de las bajas, aunque hay más factores.

Los expertos reconocen que el absentismo -la falta de asistencia al trabajo, justificada o no- cayó por miedo a perder el empleo y no por cuestiones de salud, pero el deterioro de sectores muy intensivos a nivel físico (industria o construcción) también influyó en el descenso.

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Por cada cien trabajadores protegidos -no se incluye a los autónomos, sin derecho a la prestación por incapacidad-, casi dos estuvieron de baja en Galicia al mes hasta mayo, frente a los 1,5 de 2015 pero al mismo nivel de 2011. Al calor de los años de bonanza económica, la prevalencia de bajas llegó a alcanzar los 2,7 trabajadores al mes por incapacidad temporal en la comunidad en 2006, el máximo en el registro estadístico de la Seguridad Social.

Eso sí, la incidencia de las bajas en Galicia por cada cien cotizantes es baja en comparación con Navarra (4,5), Cataluña (3,5), País Vasco (3,2) o Cantabria y Canarias (2,4). Según la empresa de trabajo temporal Adecco el coste total del absentismo por incapacidades temporales en 2015 en toda España se elevó a más de 61.300 millones de euros, un 10,11% más respecto al año anterior, tanto por el desembolso de prestaciones como por los bienes y servicios que se dejaron de producir.

Los asalariados realizan en España cada semana un total de 3.350.500 horas extraordinarias no remuneradas por sus empresas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por Servimedia. Esta cifra supone que los empresarios se están ahorrando cada semana el pago de casi 84.000 empleos a tiempo completo (40 horas semanales) que cubren con estas horas extraordinarias sin remunerar.