El Tesoro Público español ha colocado hoy 4.480,4 millones de euros en deuda a largo plazo, con una reducción del interés marginal en todas las denominaciones, que en el caso de los bonos a tres años, y por segunda vez en la historia, han vuelto a marcar una rentabilidad negativa.

En concreto, se han adjudicado 2.011,2 millones de euros en bonos a tres años que han salido a un interés marginal del -0,085 %, una tasa negativa aún más abultada que el -0,061 % aplicada en la puja previa, del 21 de julio.

De la misma manera, se han colocado otros 1.318,9 millones de euros en obligaciones a diez años, a las que se las aplicado un interés del 1,104 %, también inferior al 1,314 % anterior.

Otros 648,14 millones de euros han sido en obligaciones a 30 años, que han salido con una rentabilidad del 2,123 %, menor que el 2,285 % aplicado previamente.

Por último, el Tesoro ha adjudicado 502,08 millones de euros en obligaciones a quince años indexadas a la inflación, con un interés marginal del 0,502 %, también menor que el 0,968 % aplicado en la puja anterior.

En esta primera subasta de septiembre, los inversores han solicitado 8.196 millones de euros, con lo que la ratio de cobertura, que es la diferencia entre lo demandado y lo finalmente colocado, ha sido de 1,8 veces.

El importe finalmente adjudicado se ha situado en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que esperaba adjudicar hasta 5.250 millones en deuda a largo plazo de distintas denominaciones.

Con estas emisiones, el Tesoro inaugura las subastas del mes de septiembre, en el que prevé realizar otras tres emisiones. Así, el martes 13 de septiembre subastará letras a 6 y 12 meses; el día 15 bonos y obligaciones y el 20 de septiembre letras a 3 y 9 meses.

La subasta de España se ha celebrado justo un día después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, no haya conseguido la mayoría absoluta del Congreso para ser investido presidente.