La crisis y sobre todo las reformas y rebajas fiscales van camino de dar la vuelta como un calcetín al sistema tributario español, y a sus resultados. La recaudación fiscal, que ya el año pasado contribuyó generosamente a que España incumpliese el objetivo de reducción del déficit público que le impone la Comisión Europea, continúa a la baja a pesar del inicio de la recuperación económica y del empleo. Sólo el IVA, que grava el consumo, mejora y cada vez tiene más peso en los ingresos del Estado. Mientras, el otro gran puntal de las arcas estatales, el IRPF -sobre los salarios y las rentas- genera un 2% menos en Galicia que el año pasado. El hasta ahora tercer impuesto en importancia (a mucha distancia de esos dos puntales) es el de Sociedades, que se nutre de los beneficios de las empresas. La reforma fiscal y la marcha de la economía han reducido su recaudación un 88% en Galicia entre enero y julio, hasta sumar sólo 22,6 millones de euros y un 86% en el conjunto de España (433).

Este descenso de los ingresos ha provocado que por primera vez en al menos un lustro, la tasa que grava los beneficios empresariales sea la que menos aporta al cómputo global, tanto en España como en Galicia. El Estado ingresa menos de la actividad empresarial que de las tasas especiales (luz, alcohol, tabaco o hidrocarburos), las rentas de los no residentes, el comercio exterior e incluso que por tasas y sanciones. Y el fenómeno es igual en Galicia que en el conjunto de España.

IRPF e IVA, los bastiones

Los dos grandes impuestos que generan el 92% de los ingresos son el IRPF y el IVA, que hasta julio dejaron en Galicia 1.590 y 1.535 millones, respectivamente. A mucha mayor distancia, el tercero que más ingresos deja es el aplicado sobre las rentas de los no residentes (IRNR), con 52 millones. Le siguen el que grava el comercio exterior (importaciones y exportaciones), con 51 millones; los especiales (hidrocarburos, alcohol, tabaco y otros), que aportaron 49 millones e incluso el llamado capítulo III, que abarca tasas, sanciones y otros conceptos. Dobla lo aportado por el impuesto de Sociedades, que dejó sólo 22 millones de euros hasta el mes de julio.

El comportamiento es similar en las cuentas del conjunto de España. El impuesto sobre los salarios es el que más aporta a las arcas del Estado, 45.523 millones de euros, seguido, cada vez más de cerca por el IVA, con 40.309 millones. Las tasas especiales son las terceras, aunque a mucha distancia (11.269 millones), a la que siguen, con cifras muy inferiores las recogidas en el capítulo III (1.615), el IRNR (1.147 millones) y la tasa sobre el comercio exterior (1.038). El impuesto de Sociedades deja menos de la mitad del último de esa lista, 433 millones de euros, frente a los 3.011 que se recaudó en este capítulo en los siete primeros meses de 2015 o los 2.098 de 2014, según las estadísticas que hace públicas la Agencia Tributaria cada mes.

Un bajón histórico

Es la primera vez que el impuesto de Sociedades se coloca como último de ranking por ingresos al menos en los últimos cinco años. Entre enero y julio de 2011, en plena crisis, la tasa sobre la actividad empresarial era la tercera que más ingresos dejaba en Galicia (131 millones) y España (4.764). En 2012 mantuvo su posición e incrementó su recaudación, tanto en la comunidad (212 millones) como en todo el país (5.886). En los siete primeros meses de 2013 el Estado obtuvo por este concepto 4.120 millones -234 en Galicia- y el de Sociedades pasó a ser el cuarto impuesto en importancia tras los especiales, mientras que en Galicia mantuvo su posición. En 2014 volvió a repetirse ese esquema con 247 millones de ingresos en Galicia y 2.098 en España y el año pasado, Sociedades fue por tercer año consecutivo el cuarto en importancia tras IRPF, IVA, impuestos especiales, con 3.011 millones recaudados hasta julio, 184 de ellos, en Galicia.

La propia Hacienda reconoce que esta caída de los ingresos se debe a las reformas y rebajas fiscales aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. La actividad empresarial de hecho parece haber mejorado, y la Agencia Tributaria calcula que durante el primer trimestre del año la base imponible, los beneficios de las empresas, crecieron un 11,8%. Lo ingresado sin embargo por los pagos fraccionados (el primero, en abril) se redujo un 48% tras la reforma aplicada al modo en que se calcula la base imponible. Estos pagos fraccionados son una suerte de abonos a cuenta sobre la declaración anual, que las empresas tienen que hacer antes del 25 de julio. Las reformas introducidas en el cálculo de la base imponible provocaron que en el primer trimestre éstas se redujesen un 32%. En este desplome de los ingresos pesa además que la comparación de ingresos se hace con el primer trimestre de 2015, cuando se produjo el ingreso extraordinario de la privatización de AENA.

El impacto de la reforma

El impuesto de Sociedades se vio afectado por la reforma tributaria general, aprobada por el Gobierno en 2014, que en este caso redujo el tipo general aplicado a los beneficios del 30% al 25%, aunque para 2015 -ejercicio que se liquidó el pasado mes de julio-, el tipo transitorio es del 28% (salvo para las pymes que ingresen hasta 300.000 euros, que ya tienen el 25%). Los ingresos de esa declaración se contabilizan en agosto, lo que podrá elevar la recaudación del impuesto de Sociedades de cara al resto del año.

Si bien, la factura de la rebaja del impuesto que grava la actividad económica del año pasado fue de 2.928 millones de euros, según las cifras de la propia Agencia Tributaria. Entre enero y julio, el balance de esa reforma ya es abultado, con una pérdida de ingresos de 1.813 millones. La tasa aporta actualmente un 0,6% de la recaudación gallega y un 0,4% de la nacional.