La economía mundial no da signos de una recuperación demasiado vigorosa y los líderes de los 20 países más desarrollados del mundo temen una nueva caída. Por eso ayer, en la primera sesión de la cumbre que se celebra estos días en Hangzhou acordaron reforzar la cooperación para impulsar el crecimiento económico mundial. La cita arrancó con una reunión informal de los llamados Brics (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y con una sesión dedicada a la débil recuperación económica.

El presidente de China y anfitrión de la cumbre, Xi Jinping dejó clara en su discurso de inauguración la necesidad de hallar una "nueva senda" para el crecimiento que se materialice con "acciones reales" y evite las "palabras vacías", porque las amenazas para la economía mundial, dijo, se acumulan ocho años después de la crisis financiera internacional. "Hoy, ocho años más tarde, la economía global vuelve a estar en un momento crítico", afirmó Xi. El presidente chino arrojó múltiples "retos y riesgos" para una economía sólo parcialmente recuperada de la crisis: la ralentización del crecimiento, la volatilidad de los mercados financieros, la desaceleración del comercio y la inversión, así como el aumento de la desigualdad.

"Se empieza a intuir la falta de igualdad como uno de los elementos que está lastrando la evolución del crecimiento económico", corroboró después el ministro de Economía español en funciones, Luis de Guindos, ante los periodistas.

El mandatario chino instó a los participantes en la cumbre a coordinar sus políticas monetarias y fiscales, así como sus reformas estructurales, para estimular la economía y garantizar que ese dinamismo se mantenga a largo plazo.

A vueltas con la liberalización

"El G20 debería honrar sus compromisos de no adoptar nuevas medidas proteccionistas, reforzar la coordinación de políticas de inversión y adoptar pasos creíbles para estimular el crecimiento del comercio", aseguró el presidente anfitrión. Xi lanzó además una firme defensa de la liberalización comercial -cuando China es uno de los países más criticados por la falta de apertura de su mercado-, de la globalización y de la coordinación económica internacional.

La canciller alemana, Angela Merkel, confirmó que los líderes del G20 acordaron reforzar la cooperación para impulsar el crecimiento económico mundial y elogió la apuesta de China por llevar a cabo reformas estructurales durante su turno de Presidencia del G20. Merkel aseguró además que los ministros de Desarrollo Digital de los 20 países más desarrollados del mundo se reunirán por primera vez en 2017, cuando Alemania asuma la Presidencia. Los veinte países más desarrollados también planean crear un grupo de trabajo sobre innovación.

China y Estados Unidos se comprometieron en el marco de la cumbre a evitar las devaluaciones de sus respectivas monedas por motivos competitivos y el gigante asiático continuará avanzando en la transición del yuan hacia una valoración basada en el mercado. Los dos países se comprometen a no limitar o impedir "innecesariamente" oportunidades de venta a clientes extranjeros de productos y servicios de tecnologías de la información y de la comunicación.

La primera ministra británica, Theresa May, desplegó en Hangzhou con toda su maquinaria diplomática en busca de socios comerciales con los que firmar los necesarios tratados a firmar cuando se materialice el Brexit. May se reunió con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien resaltó la "fortaleza" de su alianza pese a la salida del Reino Unido de la Unión Europea aunque no consideró "prioritario" firmar un acuerdo de libre comercio con Londres. y con Vladimir Putin.