Las asociaciones de empresarios de estaciones de servicio Aevecar y Ceees, la de gestores de gasolineras AGES, la de consumidores Facua, la de personas con discapacidad Cocemfe y los sindicatos UGT y CCOO han publicado una nota conjunta en la que cargan contra el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) favorable a las estaciones de servicio desatendidas.

Las organizaciones consideran el informe "desacertado, parcial e inaceptable" por "destruir puestos de trabajo, reducir los derechos de los consumidores, eliminar derechos reconocidos a personas con discapacidad y disminuir la seguridad de las personas y el medio ambiente".

También consideran que la propuesta de la CNMC es un paso para "desregular el urbanismo para poner gasolineras en cualquier sitio" al tiempo que "confunde los fines de las cooperativas", a las que se el regulador pone como ejemplo de modelo desatendido.

Las organizaciones consideran que el organismo presidido por José María Marín Quemada ha presentado tanto en el informe como en su 'blog' un "supuesto pero falso mundo futuro feliz para el consumidor bajo la premisa de que lo único importante es el precio final del producto".

Con la promesa de "descuentos que no se ajustan a la realidad actual y que saben que no se pueden producir en el futuro", la CNMC lanza una propuesta en la que se salta "toda una serie de normativas que regulan hoy en día el sector, con la excusa de que lo mejor sería eliminarlas para abaratar costes".

"La CNMC olvida que existen problemas de fondo en este mercado que inciden de manera directa en el precio final del carburante y que no se van a resolver restringiendo los derechos de los consumidores y de colectivos vulnerables como las personas discapacitadas", afirman, antes de citar a Antonio Machado para decir que "sólo un necio confunde valor con precio".

Los firmantes también lamentan no haber sido consultados por el regulador y consideran que, "ni el más neoliberal de los planteamientos económicos", se ha llegado "tan lejos" como para considerar al trabajador de la estación de servicio como "un coste innecesario".