La compañía aérea de bajo coste Ryanair no destinará nuevos aviones a sus bases operativas en Reino Unido el próximo año, tras el triunfo del Brexit, mercado en el que tiene previsto reducir su capacidad este invierno, sino que centrará su crecimiento en otros aeropuertos de la UE. Así lo confirmó ayer el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, que afirmó que la decisión de Reino Unido de abandonar la UE dará lugar a una libra más débil y presionará sobre las tarifas por lo menos hasta finales de 2017.

O'Leary reconoció, sin embargo, que más allá del impacto inmediato del Brexit es pronto para saber cómo la decisión de Reino Unido de abandonar la UE repercutirá en el negocio más a largo plazo, ya que también podrían surgir "nuevas oportunidades".