La Comisión Europea investigará las implicaciones éticas del fichaje de su expresidente, José Manuel Durao Barroso, como asesor de Goldman Sachs, después de las críticas hechas públicas la semana pasada por la Defensora del Pueblo de la UE. Además, en una decisión sin precedentes, Barroso perderá el "acceso privilegiado" a la institución, que le corresponde como antiguo alto cargo, y pasará a ser considerado como un lobista en sus contactos con la CE y sus miembros. Así lo indicó el actual jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, en su respuesta escrita a la Defensora del Pueblo de la UE, Emily O'Reilly, que el pasado día 5 puso en duda las medidas tomadas hasta ahora. O'Reilly celebró la celeridad con la que Juncker ha reaccionado a su queja y confió en que el examen ético se cumpla ahora "cuanto antes". Con todo, advirtió de que son necesarias más medidas para evitar nuevos conflictos.