El empresario inmobiliario Joaquín Rivero Valcarce falleció el pasado domingo a los 72 años a consecuencia de "una enfermedad neuronal de rápida evolución", según informaron ayer fuentes próximas al empresario.

Joaquín Rivero, natural de Jérez de la Frontera (Cádiz), acumulaba una dilatada trayectoria en el sector inmobiliario, en el que llegó a controlar y presidir las inmobiliarias Bami y Metrovacesa, con cuya fusión en 2005 constituyó la que entonces fue primera inmobiliaria española y una de las mayores de Europa.

A su faceta empresarial se suma su afición por la cultura, especialmente por el arte, que le convirtió, junto a su familia, en uno de los mayores coleccionistas privados de arte de Andalucía. También tenía negocios bodegueros (Bodegas Tradición) y deportivos (Puerto Sherry).

Rivero Valcarce inició su trayectoria profesional en la empresa familiar, si bien a los 23 años ya constituyó una empresa fabricante de materiales de construcción y una constructora, sus inicios en el sector.