Un preferentista, 65 acusados y más de 200 periodistas protagonizaron ayer la primera sesión del juicio contra los acusados de usar de forma irregular las tarjetas opacas de Caja Madrid, que sienta en el banquillo a los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato y a otros 63 miembros de la antigua cúpula.

Desde las 08.00 horas de la mañana, un afectado por las participaciones preferentes de la entidad esperaba a la puerta de la sede de la Audiencia Nacional, en la más absoluta soledad, el comienzo de la sesión, que se retrasó hasta las 11.11 horas desde su hora prevista, las 10.00. Posteriormente se le sumó una docena de afectados, que recibió a los acusados con gritos de "Los de las tarjetas, peor que los de ETA", "Qué desgraciados, que roban el dinero a los jubilados" o "Rato, ratero, igual que tu padre y que tu abuelo".

El juicio cuenta con una amplia cobertura periodística, con 65 medios acreditados, tantos como imputados, entre prensa nacional y extranjera, y casi 200 personas -prensa, radio, televisión, digitales, agencias- confinadas en una sala de prensa en el sótano del edificio.