El grupo financiero holandés ING anunció ayer que despedirá a 7.000 empleados, la mayoría de ellos en Bélgica y Holanda, dentro de su plan para ahorrar 900 millones de euros anuales hasta 2021. La compañía invertirá además 800 millones de euros hasta 2021 en su transformación digital, centrada en el crecimiento comercial, en mejorar la experiencia de sus clientes en la web y en poner a su disposición nuevos productos.