La sanción por incumplir la ley de prevención de riesgos laborales que la Xunta le impuso en agosto a la refinería de Repsol se produjo como consecuencia de un expediente abierto a raíz del accidente laboral grave registrado el pasado 26 de julio en el que una trabajadora sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo y otro empleado resultó herido leve. Así al menos lo denunció ayer la CIG, que detalló que el día del accidente, como es preceptivo en estos casos, la Inspección de Trabajo realizó una visita para levantar un informe sobre el accidente.

Ese informe llevó al posterior expediente sancionador. La sección sindical de la CIG en la refinería denunció ayer que en los últimos años se produjeron en la refinería seis casos de quemaduras graves y una muerte que el sindicato atribuye a la falta de inspección y mantenimiento de sus instalaciones. La central advierte de que Repsol incumple los protocolos e intenta ocultar estos accidentes.