Las firmas gallegas, según el Barómetro Europeo de la Empresa Familiar 2016 de KPMG, comparten el optimismo del resto de las compañías españolas. Siete de cada diez expresan una opinión "positiva" e incluso "muy positiva" sobre la situación económica en el futuro. Las gallegas, eso sí, se muestras más cautas en sus previsiones (27%), aunque, "a pesar de la incertidumbre del entorno", son menos pesimistas que la media nacional, "con solo un 4% de los encuestados que tiene una impresión negativa de la situación de su empresa" en 2017.

La gran mayoría de gestores y dueños de las compañías familiares gallegas prevé reinvertir los ingresos adicionales por el incremento de la facturación. El 82%. Se dedicarán a las áreas de marketing, producción y desarrollo de infraestructuras. De cara a 2017, el 65% afirma que se centrará "en mantener el nivel actual de la tasa de crecimiento de la facturación". Lo mismo hará el 80% que mantuvieron estables las ventas el pasado 2015 (19%), mientras que todos los que padecieron caídas del negocio creen que "en cierta medida" en 2017 remontarán.

La mejora de la rentabilidad es la principal asignatura a dos años vista para el 70% de las firmas. El 40% apuesta por empujar la facturación. Un 23% por ser más innovador y diversificar la producción con nuevos servicios y productos. Un 15% incidirá en el rastreo de mercados foráneos.