Las plataformas que la firma de telemarketing Extel tiene en España perdieron cientos de miles de llamadas que quedaron sin atender por falta de personal en los meses previos a que la firma plantease la necesidad de reducir su plantilla en 355 trabajadores (de un total de 3.000) a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé concentrar en A Coruña el 58% de los despidos, 205. Así al menos lo reconocieron los representantes de la firma que atiende las llamadas del servicio de atención al cliente 1004 de Movistar durante la reunión que ayer mantuvieron con los portavoces de los trabajadores de toda España en Madrid.

El presidente del comité de empresa de Extel en A Coruña, David Doural, detalló que la compañía entregó a la representación de la plantilla documentación con históricos del servicio prestado en los meses pasados y que reconoce que sólo en el mes de julio se quedaron 200.000 llamadas sin atender por falta de personal. La cifra sin embargo puede ser mucho mayor, dado que la empresa entregó ayer numerosa información que los sindicatos no han podido analizar a fondo.

Esta realidad, que según Doural se repitió con mayor o menor intensidad en los meses anteriores y siguientes, contrasta con las necesidades de reducción de personal que Extel alega para justificar el ERE. El representante de los empleados coruñeses recuerda además que la compañía factura a sus clientes por cada una de las llamadas que atiende efectivamente, no por las que recibe, lo que le lleva a concluir que el ERE es un fraude y que Extel intenta provocar un descenso de los ingresos que le permita justificar el ajuste.

Los sindicatos acusan a la firma de querer aprovechar los instrumentos que le brinda la reforma laboral para deshacerse de los empleados más antiguos y sustituirlos por eventuales contratados a través de Empresas de Trabajo Temporal como Adecco, el grupo al que pertenece la compañía.

Extel, con 880 trabajadores en la ciudad, tomó la decisión de ajustar su plantilla -el 88% de los recortes se concentran en la zona norte, en los centros de A Coruña y Zaragoza- después de que Telefónica supuestamente le advirtiese de la reducción de llamadas que se producirían a partir del 1 de octubre en el 1004 como consecuencia de la digitalización del servicio de atención al cliente, entre otras cuestiones.

350 temporales menos

Los empleados explican sin embargo que aún de ser cierto, ese planteamiento no se ha cumplido porque en las últimas semanas todas las plataformas de Extel en España han dejado de atender miles de llamadas, según la información que según Doural, recogieron entre sus compañeros. La firma además se deshizo de 350 empleados temporales desde el 1 de octubre, lo que agravó la situación en algunos centros de trabajo. De hecho, según Doural, la plataforma de Málaga tuvo que hacer 20 nuevas contrataciones por la carga de trabajo que tenía y la de Barcelona ha empezado a llamar a los temporales de los que acababa de desprenderse.

"El argumento en el que se basa la empresa es falso. Se está viendo que el ERE es un fraude y que esos trabajadores a quienes se pretende despedir hacen falta, porque la carga de trabajo no ha bajado, se siguen haciendo horas extra y quedan llamadas sin atender", argumentó.

El dirigente sindical relató por ejemplo el caso de Zaragoza, un centro con 33 personas adjudicadas al servicio de emisión (de llamadas) que actualmente permanecen sin carga de trabajo. Según Doural, el convenio de este centro de trabajo permite que estos empleados ocupen otros puestos y añade que en el pasado atendían llamadas si éstas quedaban en espera, una labor que actualmente han dejado de adjudicarles "deliberadamente" para "justificar el ERE". Los sindicatos exponen además que la firma tiene facultades para desviar las llamadas de un centro a otro, aunque actualmente y de momento no lo hace.

Extel y los representantes de su plantilla todavía no han empezado a negociar las condiciones de los despidos porque los sindicatos centran sus esfuerzos en demostrar que el ERE no está justificado, y advierten de que emplearán todas las medidas legales a su alcance para combatirlo.

El fin último del grupo Adecco es, según su plantilla, deslocalizar el trabajo que se presta en los centros de A Coruña y Zaragoza a otros lugares o incluso otros países. Telefónica alega sin embargo que quiere que su servicio a Galicia se preste desde aquí pero defiende que el volumen de llamadas ha bajado por la implantación de fibra óptica, que provoca menos incidencias, y el aumento de quejas por internet.