Los representantes de las casi 600 empresas que acuden hasta esta tarde al XIX Congreso Nacional de la Empresa Familiar dieron ayer un rotundo suspenso a la clase política, al calificar con un 1,79 sobre un total de 9 puntos la situación política del país en una encuesta interactiva realizada a media mañana entre los asistentes en la que piden unidad de mercado y estabilidad. Es la segunda peor nota de los últimos cuatro años, sólo superada por la registrada en el congreso de 2014 (1,08) y considerablemente más baja que la del año pasado (2,08). En todo caso, al menos en los últimos ocho años, los directivos que representan a un 80% del tejido empresarial del país no llegaron nunca ni a un 3 y la mejor nota, la de 2008, fue de un 2,56.

Los empresarios familiares son optimistas con la marcha de sus negocios, pero no tanto con la situación económica, a la que sin embargo le dan un aprobado, un 5,31, la misma que el año pasado y la mejor desde 2008 (2,77). Para favorecer el crecimiento de sus compañías, los congresistas apuestan entre un conjunto de medidas por un mercado de trabajo "flexible y eficiente" y una mejora de la calidad del capital humano. En tercer lugar y muy de cerca en número de votos, demandan la disminución de las barreras regulatorias y una fiscalidad moderada.

El 32% de las empresas familiares presentes en el congreso reconoce que no ha tenido contactos para fusiones, aunque el resto han probado bien con empresas españolas, internacionales o con ambas. Un 53% de los congresistas tiene una estrategia de responsabilidad social corporativa Un 34% tiene presencia comercial en el exterior, y otro 27% produce en el extranjero. Al próximo gobierno le reclaman una simplificación administrativa y unidad de mercado, pero también (casi igualado en número de votos) un pacto por la educación y a algo más de distancia, una reforma laboral o la reforma del sistema de financiación autonómica. El presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Ignacio Osborne, advirtió de la fiabilidad de los resultados de esta encuesta, que en lo que se refiere a las predicciones económicas, suele acertar. Y un 8% de los encuestados cree que la evolución de la economía española a corto y medio plazo estará guiado por un moderado aumento de la actividad y una limitada creación neta de empleo. La cifra supera el porcentaje de 2015 (70%). Las empresas familiares continuarán sin embargo con su buena marcha, ya que un 69% de los encuestados -eran un 59% el año pasado- espera incrementar sus ventas el próximo año y un 87% lo da por hecho durante los tres que vienen -en 2015 eran el 82%-.