"Somos muy productivos, pero cada vez con modelos de negocio más desfasados". Es la conclusión del economista Xosé Henrique Vázquez, fundamentada en un análisis editado por el Foro Económico de Galicia que se presentó ayer en Vigo. El experto llama la atención de que el tejido empresarial gallego "mantiene el tipo" en innovaciones tecnológicas, como la compra de maquinaria, pero "no a la hora de cambiar de modelo de negocio", que es lo que a medio plazo permite ganar competitividad, no depender de las políticas de gasto estatales y europeas y, a fin de cuentas, sembrar una conciencia de inversión que permita un salto cualitativo en la generación de riqueza del país.

"Tenemos un modelo centrado en querer ser mejores en lo que podemos comprar, pero no en modelos de negocio". En su opinión, la economía del conocimiento (sistemas organizativos, marketing, logística, ingeniería u otros servicios avanzados) es la que debería guiar a las administraciones públicas y a las empresas a la hora de centrar sus inversiones en I+D. "Si la innovación se ganase comprando máquinas lo haría todo el mundo, pero no se trata de eso", indicó este experto. Vázquez sí defendió iniciativas de colaboración público-privadas en este ámbito, pero incidió en la necesidad de promulgar "reformas institucionales que liberen el potencial de innovar".

Se trata de una apuesta a largo plazo y multidisciplinar que abarca tanto un cambio de concepción de la enseñanza primaria (sin recortes y potenciando las habilidades cognitivas de los niños), la superior (más capital humano en las ramas de ciencias) o la Administración pública (con sistemas de control y fiscalización). "El apoyo público" a las iniciativas privadas, expuso Xosé Vázquez, "debe dejarse cuando las pymes dejan de crecer" para priorizar correctamente el destino de los fondos públicos, que "son escasos". Las ayudas a I+D deben apostar por las empresas en crecimiento y cuyos avances en esta materia trasciendan y lleguen al mercado.

Y, contrariamente a las prédicas habituales, para este experto no todo es cuestión de elevar la inversión pública en I+D al 2% del PIB. "Parece que todo es cuestión de dinero, pero no es tan fácil", apuntó. El gasto en Galicia es del 0,84% del PIB (lejos del 2,12% de País Vasco), pero la mejora de la competitividad "no se resuelve metiendo 1.000 millones" para alcanzar una ratio del 2%. Es más importante, a juicio del experto, la puesta en marcha de esas reformas institucionales que no constriñan la capacidad de innovar de las empresas.

Gestión adecuada

"Antes de volvernos locos con la industria 4.0 debemos asegurarnos que las empresas tienen correctos sistemas de gestión" para evitar la "subvención del desperdicio", esto es, la compra de maquinaria para procesos no eficientes. Vázquez enfatizó que este tipo de políticas finalistas -que no incentivan la iniciativa privada y solo la sustituyen- deben huir del modelo de Mesopotamia (de grandes obras) y acercarse más al de Silicon Valley, con firmas ágiles y competitivas.

El editor y experto en economía aplicada del Foro Económico de Galicia, Albino Prada, que presentó al ponente, hizo hincapié en la necesidad de apostar por las empresas innovadoras en vez de primar solo actividades intensivas en mano de obra, que tienen en Portugal o Rumanía una competencia difícil de batir en costes laborales. "Entre 2007 y 2014 desaparecieron un 60% de las empresas innovadoras de Galicia", alertó.