Los trabajadores de Ferroatlántica llamaron a la puerta del presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, para pedir a la Xunta que asegure que Ferroatlántica no podrá vender las siete centrales hidroeléctricas que explota en los ríos Xallas y Grande de Cee y Dumbría pero quien les abrió ayer fue el director xeral de Enerxía e Minas en funciones. Ángel Bernardo Tahoces apareció a la cita con una sorpresa positiva, la presencia del conselleiro de Industria, Economía e Emprego en funciones, Francisco Conde, y con otra negativa, un apoyo un poco tibio a las demandas de los trabajadores.

Conde y Tahoces prometieron a los trabajadores que defenderían la legalidad y salvaguardarían "el interés público" y que mantendrían una ronda de contactos con el personal y la compañía pero evitaron confirmar si como cree el comité de empresa de Ferroatlántica de Cee y Dumbría, esa legislación impide segregar la actividad de las centrales hidroeléctricas (que la compañía pretende vender) de la de ferroaleaciones que se desarrolla en las fábricas.

Los trabajadores sostienen que la concesión que la Xunta dio a esos saltos de agua está vinculada a la actividad industrial y que en caso de que Ferroatlántica pretende segregarla, la titularidad de los recursos hidráulicos pasaría de nuevo al Gobierno gallego. Recuerda el comité que dos sentencias -una del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y otra, del Supremo- confirmaron las normas de esas concesiones y por eso desde que conocen los planes de la multinacional de ferroaleaciones demandan a la Xunta que diga públicamente que no aceptará la solicitud para modificar esas concesiones si Ferroatlántica la tramita.

El presidente de Ferroatlántica, Pedro Larrea, dejó claro en un reciente encuentro con los trabajadores de Cee y Dumbría que la compañía quiere deshacerse de su área de energía y aseguró que las fábricas no necesitan las centrales de la comarca fisterrá para ser rentables. Prometió de hecho estudiar un plan de inversiones en la zona con el capital recibido de la venta. El directivo adelantó que de prosperar los actuales contactos y producirse la decisión de vender -todavía no ha ocurrido- tramitaría una solicitud a la Xunta.

El comité no escuchó la "contudencia esperada" del conselleiro pero confía en que se produzca durante los próximos contactos. "El comité reitera que la Xunta no puede pretender despachar un tema de vital importancia para la comarca sin una intervención inmediata del Gobierno gallego y de su presidente porque es el único que puede paralizar y desautorizar esta operación especulativa", expresa en un comunicado hecho público ayer, tras la reunión.

Tampoco el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo dio el apoyo explícito que busca la plantilla de Ferroatlántica cuando a preguntas de los periodistas tras el Consello de la Xunta de ayer, afirmó que el Gobierno gallego no tiene "comunicación formal" de Ferroatlántica sobre la operación.

"La empresa, que yo sepa, no presentó ningún expediente formalmente y la Administración pública no dialoga, habla con el derecho administrativo, que es escrito", dijo. "Para nosotros [el centro y la actividad de Cee] tiene un enorme interés, veremos qué propone la empresa, pero el objetivo del Gobierno gallego es mantener los puestos de trabajo", añadió.