La CIG acaba de iniciar una campaña en el sector de automoción de Galicia contra la precarización de las plantillas, de lo que acusa directamente al grupo PSA y al clúster de la automoción. La central denuncia abusos en el uso de empresas de trabajo temporal, algunas portuguesas, y de auxiliares de servicios cuyos trabajadores hacen lo mismo que los de la firma principal a un coste muy inferior. Advierte además de que muchos de los 19.000 trabajadores directos de la industria en Galicia no ganan ni 800 euros al mes.