El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, desveló ayer algunas de las líneas de la nueva estrategia de lucha contra el fraude con la que su departamento aspira a elevar la recaudación tributaria: un control reforzado de las liquidaciones del IVA, menos facilidades para que las empresas aplacen sus pagos y un endurecimiento de las limitaciones que ya existen en el uso de dinero en efectivo. España, que desde 2012, restringió los pagos en metálico en las operaciones por importe superior a 2.500 euros, podría seguir los pasos de otros países europeos que aplican límites más duros.

Restringir el uso de dinero en metálico en las transacciones es uno de los mecanismos que durante los últimos años, de crisis económica y caída de los ingresos tributarios, han utilizado varios gobiernos en un intento de estrechar el cerco sobre la economía sumergida. La evidencia internacional muestra que el fraude fiscal es menor allí donde la proporción de pagos por vía electrónica (tarjeta, transferencia...) es mayor.

Los detalles sobre la regulación que existe en España y en otros países se exponen en los siguientes puntos.

EEspaña. En 2012, el anterior Gobierno de Mariano Rajoy instauró por primera vez en España limitaciones en el uso de dinero en efectivo y quedaron prohibidos los pagos superiores a 2.500 euros en todas aquellas transacciones en las que al menos una de las partes sea una empresa o un profesional. La norma no rige cuando se trata de operaciones entre particulares o cuando quien realiza el desembolso es un turista extranjero, supuesto en el que el límite autorizado llega hasta los 15.000 euros.

La entrada en vigor, en noviembre de 2012, del veto a los abonos en metálico de más de 2.500 euros fue paralela a la de un régimen sancionador según el cual la Agencia Tributaria impone multas equivalentes al 25% del valor de la transacción cuando identifica un caso de transgresión de la norma. La multa puede ser tanto para el comprador como para el vendedor. Para estimular la denuncia, Hacienda estableció un mecanismo de delación a través de la página web de la Agencia Tributaria. Cualquiera puede denunciar pagos indebidos superiores a 2.500 euros y se le perdona la sanción a quien desvela la irregularidad si lo hace dentro de los tres meses siguientes a la transacción. En 2015, Hacienda analizó 6.087 denuncias en todo el país e inició 1.331 expedientes sancionadores, el 36,7% más que un año antes.

EOtros países. El ministro Montoro, que ayer anunció nuevas medidas antifraude durante una comparecencia en el Congreso, no precisó de qué manera piensa endurecer las restricciones de los pagos en metálico. En otros países se ha hecho por la vía de rebajar la cuantía de las operaciones autorizadas. Francia e Italia tienen el límite establecido en 1.000 euros. Dinamarca y Grecia lo fijaron en 1.500 euros. El sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) remarcó ayer que ya en 2012 instó al Gobierno a prohibir las transacciones en metálico a partir de los 1.000 euros. Según esta agrupación de profesionales, restringir la utilización de efectivo tiene una utilidad relativa en la lucha contra el fraude: el límite pierde su eficacia cuando las dos partes están de acuerdo en "sumergir" el pago si una de ellas es consumidor final, pero sí dificulta el fraude cuando se trata de negocios entre empresas o profesionales. Gestha plantea además que se impida deducir, a efectos del IRPF o del impuesto sobre la Renta, facturas que sobrepasen el límite legal y que no se hayan abonado por medios electrónicos u otros distintos del efectivo.

El ministro Montoro habló ayer también de que la nueva política contra el fraude fiscal pondrá la lupa sobre las liquidaciones del IVA que realizan las empresas y los profesionales. Gestha subrayó que España se mantiene como uno de los países europeos que menos recauda por IVA. Los ingresos anuales por este impuesto fueron equivalentes al 6,8% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2015, la tercera tasa más baja de la Unión Europea, sólo superior a las que se registran en Italia (6,2% del PIB) e Irlanda (4,7%). El titular de Hacienda anunció asimismo que será más difícil para las empresas aplazar o fraccionar pagos tributarios. "No tiene mucho sentido que, teniendo la facilidad de crédito que hay, las empresas se financien sobre la Hacienda de todos", dijo a propósito de las prácticas de aplazamiento.

Haz click para ampliar el gráfico