Los representantes de los casi 400 trabajadores que Ferroatlántica tiene en las fábricas de Cee y Dumbría y en las seis centrales hidroeléctricas que explota en la comarca fisterrá están más tranquilos en su lucha contra la venta de los saltos de agua después de la reunión que ayer a mediodía mantuvieron con el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde. La plantilla reconoció el compromiso claro de la Xunta en contra de una modificación de la concesión que otorgó a Ferroatlántica en los años noventa a la empresa para explotar las centrales y que está condicionada a su vinculación con la actividad industrial.

Conde insistió en que con la información de la que dispone la Xunta, la segregación de actividades no está permitida por la concesión administrativa. Los trabajadores exigieron sin embargo a Conde a que se una a la plantilla y pida a la multinacional de ferroaleaciones que abandone el plan de venta.

Ferroatlántica -integrada en Ferroglobe desde que el año pasado se fusionó con la estadounidense Globe- negocia vender su división energética, formada por 12 centrales hidroeléctricas españolas (seis de ellas en los ríos Xallas y Grande) y dos francesas. La operación fue desvelada por Bloomberg el mes pasado y la firma se ha limitado a confirmar que la negociación existe, pero advierte de que todavía no hay una decisión tomada al respecto. En caso de que se produzca, la compañía presentaría una solicitud a la Xunta para vender el aprovechamiento de los saltos de agua, ya que el Gobierno gallego tendría que modificar la concesión y permitir una segregación de actividades industriales. La firma sostiene que la venta permitiría obtener fondos para desarrollar un plan industrial con inversiones en la zona y en Arteixo, donde tiene otra fábrica. Pero los trabajadores, que creen que si hay segregación, las fábricas cerrarán, exigen garantías y advierten de que otras promesas de inversión quedaron en proyecto.

Durante la reunión, Francisco Conde insistió ante los delegados sindicales en que la Xunta no ha recibido ninguna solicitud de Ferroatlántica y pidió a los empleados trabajar en un frente común que tenga como prioridad alcanzar la mejor solución para el empleo en Fisterra y salvaguardar el interés público de la concesión de los saltos de agua.