El Tribunal Supremo confirmó una sanción de un millón de euros impuesta en 2015 por el Consejo de Ministros al Banco Santander, como sucesor universal de Banesto, por una falta "muy grave" prevista en la ley de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Según el Alto Tribunal, la infracción se refiere a la falta de documentación "justificativa" de operaciones de una cuenta bancaria de Vinícola Soto, bodega del grupo Nueva Rumasa.