El ex director general adjunto de Novacaixagalicia, Javier García de Paredes, defendió ayer ante la juez sustituta del juzgado de lo Social número 3 de A Coruña que él no intervino en la mejora de su contrato cuando pasó de ser directivo de Caixa Galicia a serlo de la entidad fusionada -tras la integración de la caja coruñesa con Caixanova- ni en la redacción y cálculo de las cantidades que le correspondían una vez que, "de mutuo acuerdo con la nueva dirección" de Novagalicia Banco (tras convertirse la caja en banco, en septiembre de 2011), decidió abandonar la entidad. Tras la fusión, en enero de 2011, De Paredes pasó de cobrar 265.000 euros anuales a 425.000 y a la hora de abandonar su puesto percibió casi 5,6 millones de indemnización y 4,2 millones del plan de pensiones.

La demanda interpuesta en su día por NCG (ahora Abanca) -en julio de 2012, cuando la Fiscalía investigaba posibles irregularidades en los contratos de los altos cargos de las cajas y había abierto la causa contra los cinco exdirectivos de Novacaixagalicia acusados de amañar sus contratos de alta dirección para engordar sus indemnizaciones- pretende reclamar por la vía laboral, en los juzgados de lo Social, las cantidades percibidas por los altos cargos al considerar que influyeron en su incremento. Un proceso al que se adhirió posteriormente el FROB.

La vía penal tiene prioridad, lo que mantuvo la causa laboral contra García de Paredes paralizada hasta que fue absuelto por la Audiencia Nacional, a petición de la Fiscalía, al no ver indicios de delito en su actuación. La vía penal, sin embargo, sigue abierta en el caso de Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada -los cuatro procedentes de Caixanova-, que si tiene un resultado insatisfactorio para los intereses de la entidad financiera -no responde a su reclamación de cantidades- podría abrir también la causa laboral.

El abogado defensor del exdirectivo de Caixa Galicia relató en la vista oral que el demandado era director general adjunto de la entidad coruñesa hasta septiembre de 2010, cuando asumió la dirección general para liderar la comitiva negociadora de la caja coruñesa de cara a la fusión, "momento en el que rechazó un contrato nuevo de alta dirección". Tras concretarse la integración de Caixa Galicia y Caixanova, el 1 de diciembre, García de Paredes es nombrado director general adjunto ejecutivo de la nueva entidad, "más grande, por lo que pasa a tener más responsabilidad y una cláusula de exclusividad". En ese momento, los directivos procedentes de la caja viguesa modifican sus contratos de alta dirección "y la caja decide hacerlo también con su número dos". "No lo pide De Paredes", sentenció la defensa, que sostuvo que la tramitación de ese incremento en la remuneración se hizo por orden del consejo de administración y el exdirectivo no participó ni influyó en la confección del contrato.

El exejecutivo de Caixa Galicia sostuvo en su declaración que, ante el planteamiento de subir los salarios a los altos cargos de Novacaixagalicia, él planteó que su remuneración fuese solo 1.000 euros superior al número tres de la entidad. "Al final vi que no se hizo así", apuntó De Paredes, que cobraba menos que Rodríguez Estrada (el número tres) y poco más que Gregorio Gorriarán, aún con menor responsabilidad en la caja. Su salario pasó de esos 265.000 euros anuales a 425.000 euros. Además, insistió, pidió que las condiciones de su nuevo contrato pasasen por la comisión de retribuciones antes de firmarlo. "En todo momento hizo el documento la entidad y siempre firmé lo que me puso. No participé en su elaboración, solo pedí que fuese revisado y se ajustase a la ley", relató el demandado.

La acusación, por su parte, sostiene que en febrero de 2011, poco después de firmar el nuevo contrato (en enero), se hizo una modificación en el documento contractual por el que se eliminaba la cláusula que establecía que los trabajadores de la entidad no podían prejubilarse con menos de 60 años o menos de 25 vinculados a la caja, algo que "le beneficiaría" porque abandonó la entidad con 51 años.

Además, cuestiona la contratación de la póliza del plan de pensiones, con la compañía Caser, por la que acabaría cobrando esos 4,2 millones, poco antes de que saliese de la entidad. Abanca considera que se firmó cuando el directivo sabía que iba a dejar el cargo pues, afirma, ya había un borrador de carta de desistimiento antes de su salida con el mismo argumento que finalmente dio para dejar el cargo.

De Paredes afirmó desconocer la existencia de ese borrador y sostuvo que no pidió ninguna póliza, sino que se la hizo el banco por su cuenta. Al pasar los directivos de Novacaixagalicia a NCG, además, la entidad planteó una nueva subida salarial, algo que el exdirectivo de la caja coruñesa rechazó. Y defendió con rotundidad que en todo momento su intención era continuar en la entidad financiera.

La defensa explicó que a la llegada de José María Castellano a la presidencia de Novagalicia éste le dijo que contaba con él y que sería su subordinado. Días después, sin embargo, el consejero delegado de NCG, César González-Bueno, le comunicó que dependería directamente de él, no de Castellano, lo que no gustó al exdirectivo de Caixa Galicia. "Decidimos de mutuo acuerdo la salida, que se ejecutó mediante la cláusula de desistimiento. Pero todo lo tramitó el banco, sin intervención mía. La liquidación también la calculó el banco, yo sólo la firmé", sentenció el ex director general adjunto de Novacaixagalicia ante la juez.

Tanto De Paredes como su abogado también recordaron que él fue el único directivo de la caja gallega que estuvo dispuesto a devolver parte del retiro millonario que cobró. Llegó a un acuerdo con González-Bueno con el que pretendía abonar más de siete millones de los cerca de 10 que le correspondieron, pero, cuando ya estaba pactado, NCG cambió de idea y rechazó el acuerdo. "A día de hoy él sigue manteniendo la validez del acuerdo para devolver esas cantidades", como ya dejó claro en la conciliación laboral y judicial, apuntó el abogado defensor. "Pese a su voluntad de devolver las cantidades, fue tratado de chorizo y delincuente en todas partes. Pasó un periodo profesional y personal muy complicado en Madrid y en Galicia", añadió el letrado.

El juicio continúa hoy con la declaración de altos cargos de Novacaixagalicia como su excopresidente, Mauro Varela, la consejera Pilar Cebrián o el exconsejero de la caja y NCG, Salvador Fernández Moreda. También declarará José María Castellano y, por videoconferencia, su número dos en Novagalicia, César González-Bueno.