El expresidente de Novagalicia Banco (NCG), José María Castellano, y su número dos en la entidad, César González-Bueno, ratificaron ayer ante la juez sustituta del juzgado de lo Social número 3 de A Coruña que la salida del ex director general adjunto de Novacaixagalicia, Javier García de Paredes, fue "pactada" y que la indemnización que percibió "era la que le correspondía de acuerdo con su contrato". Los dos directivos avalaron así la versión dada el jueves por el demandado en el proceso en el que NCG (ahora Abanca) y el FROB reclaman la nulidad del contrato de alta dirección que el también exdirectivo de Caixa Galicia firmó al entrar en la caja fusionada y la devolución de la indemnización que cobró (casi 10 millones entre el finiquito y la capitalización de un plan de pensiones) al abandonar el banco.

El FROB -que lidera la demanda laboral pues se presentó en 2012 cuando el fondo controlaba el accionariado de NCG- pretende demostrar que García de Paredes influyó en la mejora de su contrato al entrar en Novacaixagalicia y que hizo gestiones para garantizarse una buena indemnización cuando abandonase la entidad financiera.

Los testigos llamados a declarar por el fondo estatal -los exconsjeros de la caja fusionada José Luis Regueiro y Pilar Cibrán- defendieron en la segunda sesión del juicio que los directivos de Novacaixagalicia no trasladaron al consejo -el 30 de noviembre de 2010- los detalles del nuevo contrato de García de Paredes. "No se aportaron los contratos y no sabíamos las condiciones económicas", apuntó Regueiro, que aseguró que pidió varias veces los contratos de alta dirección de la entidad y que no recibió respuesta. "Al final [José Luis] Pego [ex director general de Novacaixagalicia] y De Paredes me enseñan el contrato de este último. Pregunto por los otros tres y me dicen que son iguales", relató Regueiro.

Los dos consejeros aseguraron que no recibieron más información de cambios en el contrato del exejecutivo pese a que en febrero de 2011 se eliminó la cláusula que limitaba la prejubilación a mayores de 65 años o más de 25 vinculados a la caja. El ex director general adjunto acabó dejando la entidad con 51 años cuando ya era NCG.

El excopresidente de Novacaixagalicia, Mauro Varela, y el exconsejero y expresidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, -testigos de la defensa- aseguraron que la caja detalló en el consejo "las condiciones del nuevo contrato" de De Paredes para equipararlo a los que tenían los directivos procedentes de Caixanova, una modificación que se hizo, apuntaron los dos, a petición del otro excopresidente de la caja, Julio Fernández Gayoso. "En la integración se buscó la paridad en todo", sentenció Varela. "En el consejo no se detallaron las condiciones económicas del contrato porque se encargó a Pego que las negociara con De Paredes. Pero tenía que ser un salario al menos un 30% inferior al del director general", añadió Fernández Moreda. Varela sostuvo además que ese contrato preveía el cobro de la jubilación o prejubilación en caso de desistimiento sin mínimo de edad ni de antigüedad en la caja.

Los dos declararon además que García de Paredes tenía intención de seguir en la entidad tras convertirse en banco, algo que ratificaron Castellano y González-Bueno. Ambos relataron que la salida del exnúmero dos de Novacaixagalicia fue pactada por "discrepancias" con el segundo de Castellano. "Creo que no le ofrecí las condiciones que esperaba", apuntó González-Bueno, en referencia a que De Paredes pensaba que tendría línea directa con el presidente de NCG.

"Vista la situación decidimos buscar una solución y acordamos que la mejor era su salida. Ordené que liquidasen su contrato, que venía de la caja. Me interesé por saber si era legal y, cuando me lo confirmaron, pedí que ejecutasen su salida. Recibió lo que le correspondía por su contrato", relató Castellano, y añadió que se capitalizó su plan de pensiones porque era la práctica habitual del banco. "No hacerlo tenía un coste", apostilló González-Bueno. El empleado de la entidad que tramitó el finiquito sostuvo además que De Paredes no influyó en el cálculo de la indemnización ni en la redacción de su renuncia, al igual que en la firma de la póliza de su plan de pensiones.

Castellano y González-Bueno también recordaron que, "tras el escándalo generado por las indemnizaciones millonarias", decidieron negociar con los exdirectivos la devolución del 50% del dinero. "Inicialmente Pego y De Paredes aceptaron, pero el primero al final se echó atrás. El FROB impidió ejecutar el otro acuerdo", aseveraron.

El juicio, a falta de que las partes presenten por escrito las conclusiones, queda visto para sentencia.