Las medidas fiscales que aprobó ayer el Gobierno afectarán principalmente a las empresas y a los consumidores de alcohol y tabaco, pero también mermarán los ingresos de los asalariados que más cobran y de cerca de un millón de autónomos. Las reformas elevan el 3% las bases máximas de cotización a la Seguridad Social, las correspondientes a los sueldos altos, y el 8% de las bases mínimas, las que pagan buena parte de los trabajadores por cuenta propia.

Un mes ha tardado el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy en subir impuestos. El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto ley de medidas fiscales por el que modifica el impuesto de sociedades y los tributos especiales -con subidas del alcohol y el tabaco- para recaudar 4.650 millones adicionales en 2017. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicó que la mayor parte del incremento recaudatorio, 4.300 millones, corresponderá a cambios en el impuesto de sociedades, mientras que los 350 millones restantes provendrán de los especiales.

Estos cambios fiscales forman parte de un plan para incrementar la recaudación tributaria en 7.500 millones de euros con el objetivo de cumplir los objetivos de déficit público y que incluirán también un nuevo impuesto para las bebidas azucaradas, reformas en la imposición medioambiental, medidas contra el fraude y, a partir del 1 de enero, subidas de las bases máximas y mínimas de las cotizaciones con el fin de obtener un ingreso extra de 400 millones para la Seguridad Social.

El Gobierno está dispuesto a negociar, en el marco del Pacto de Toledo, la eliminación de los topes en las cotizaciones, lo que también abriría la puerta a un incremento de la pensión máxima. De momento, para 2017, se ha aprobado subir el 3% la cotización máxima, que pasará de los 3.642 euros actuales a 3.751 euros, como medida de "solidaridad" de los sueldos más altos con el sistema de prestaciones.

Pero al mismo tiempo, el mínimo de cotización ha subido el 8% como reflejo del aumento, en el mismo porcentaje, del salario mínimo. Esta medida afecta a los cerca de un millón de autónomos que pagan la cotización mínima y, que según denunció ayer la asociación sectorial ATA, deberán pagar 300 euros más al año tras esta medida del Gobierno.

Tampoco la patronal CEOE está conforme con el paquete de medidas porque, a su juicio agravarán la "excesiva" imposición que soportan las empresas y lastrarán su competitividad, incluso provocando el cierre de empresas por las menores ventas derivadas de los impuestos especiales, al tiempo que el incremento de las bases de cotización podría tener "efectos negativos" en la creación de empleo.

Montoro negó que el Gobierno haya incumplido sus promesas electorales en materia tributaria e insistió en que no se ha tocado ni el IRPF ni el IVA, por lo que "no estamos incumpliendo ninguna promesa". Montoro fue tajante al subrayar que queda mucha legislatura y que el Gobierno promoverá la reducción del IRPF. De momento las reformas aprobadas son las siguientes:

Impuesto de sociedades. El real decreto ley de medidas fiscales incluye cambios en el impuesto de sociedades dirigidos a acercar el tipo real al nominal -que se mantiene en el 25 %- mediante la eliminación de deducciones a las empresas como las compensaciones de bases negativas de años anteriores. Montoro calculó que con estas modificaciones la recaudación anual alcanzará entre 25.000 y 26.000 millones de euros, "muy lejos" todavía de los 44.000 millones que se recaudaban en 2007 antes de la crisis.

Impuestos especiales. Se modifica el que afecta al tabaco para adecuar la tributación "a la que recomienda la Unión Europea" mediante el denominado sistema de doble mínimo, que evita la venta por debajo de un determinado precio. El impuesto se incrementa en una cuantía del 2,5% para los cigarrillos y el 6,8 % para la picadura de liar. En cuanto al alcohol, el Gobierno incrementa un 5% la fiscalidad que graba el consumo de las bebidas de alta graduación (no se incluye vino, cerveza y sidra).

Estas subidas fiscales entrarán en vigor de forma inminente, pero el Gobierno promueve otras medidas de recaudación:

Tasa a los refrescos. Hacienda prepara un proyecto de ley sobre las bebidas carbonatadas y azucaradas, con el que espera recaudar 200 millones de euros el próximo año, medida que ha justificado como "instrumento de lucha contra la obesidad". Este tributo no se ha incluido en el real decreto porque se aprobará mediante un proyecto de ley que el Gobierno quiere pactar con los grupos parlamentarios.

Impuesto mediambiental. Entrará en vigor a lo largo del próximo año, pero Montoro no dio detalles.

Lucha contra el fraude. Se aprobó la rebaja a mil euros del límite de pago en efectivo, así como la obligatoriedad para unas 60.000 empresas (que aportan el 80% de la facturación de IVA) de informar de las facturas de IVA en tiempo real.