Bruselas aprobó ayer que Microsoft adquiera la red social de contactos profesionales LinkedIn, una autorización que está condicionada a una serie de concesiones del gigante informático para asegurar que no se ven perjudicadas otras redes que compiten con LinkedIn. Microsoft deberá permitir que los fabricantes y distribuidores de ordenadores PC puedan elegir no instalar la red social con el programa Windows, entre otras medidas.