Medio millar de personas, según la organización, marcharon ayer desde las instalaciones que Ferroatlántica tiene en Brens (Cee) hasta la cascada de O Ézaro, en Dumbría, para mostrar su rechazo a la venta y segregación de las actividades de la compañía. El presidente del comité de empresa, Santiago Paz, explicó que la protesta busca evitar la venta de las fábricas que acarrearía la "pérdida" de unos 400 empleos. Los manifestantes recorrieron los 9 kilómetros del trayecto hasta la cascada con una pancarta con el lema O río é noso non de Villar Mir, que luego colocaron en las rocas del margen de la cascada. Paz reconoció que la plantilla le ha dado un "voto de confianza" a la Xunta, que prometió informarles si la firma solicitaba la venta.