El juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña confirmó en un auto dictado ayer la entrada en concurso voluntario de acreedores de la firma coruñesa de distribución de material de bricolaje Bricoking, que declara unas deudas de 24,3 millones, lo que supera en algo más de un millón el valor de su patrimonio. La empresa, con sede en el polígono de Espíritu Santo, reconoció en su solicitud al juzgado que su insolvencia se debe al endeudamiento que acumula y su incapacidad de "cumplir regularmente sus obligaciones presentes y futuras", recoge el auto.

La dirección de la compañía, en manos de Juan José Jaén, mantendrá las facultades de gestión durante el proceso, pero será bajo intervención judicial. La juez Ana Barral designa como administrador concursal al despacho de abogados Dictum de A Coruña, que se hará cargo de recabar los datos de los acreedores y de elaborar un informe sobre la situación patrimonial de la compañía, y las posibles soluciones para alcanzar un acuerdo o convenio de acreedores o bien, decretar la liquidación de la firma.

50 acreedores

Bricoking ha declarado en el juzgado que sus acreedores ascienden a unos 50 y que tiene 131 trabajadores, que serán notificados a través de su representación sindical para que se persone en el proceso si así lo desea. La firma calcula unos activos por valor de 23.250.049 euros y un pasivo de 24.364.266.

La compañía no ha sido capaz de encontrar una solución a su insolvencia "actual inminente", como destaca el auto, y ha solicitado el concurso de acreedores antes de cumplirse el plazo de cuatro meses que la ley concede a las empresas con problemas de liquidez que se acogen a la ley concursal. Es lo que se conoce como el preconcurso de acreedores que Bricoking solicitó a principios de noviembre.

El empresario confiaba hace un mes en lograr un acuerdo de refinanciación de su deuda con la banca y en remontar la situación en un año. Pero lo cierto es que Juan José Jaén ya logró hace dos años un acuerdo para renovar un crédito sindicado de 10 millones y le concedía de plazo hasta 2019.

Hace un año la firma advirtió a sus proveedores de su incapacidad para hacer frente a los pagos pendientes y ofreció un plan para saldarlos en plazos de entre seis y 18 meses. En 2013, cuando recuperó el control accionarial de la compañía al expirar su alianza con el grupo belga Hubo, Jaén ya tenía unos vencimientos de deuda de casi 20 millones de euros y un plan de expansión que se veía obligado a reconducir tras haber cerrado una decena de tiendas. Las pérdidas ascendían entonces a 6,7 millones en los dos últimos años. Ese montante se eleva a los 9,5 millones acumulados en los últimos tres ejercicios en los que las tiendas de la cadena de bricolaje acumulaban una caída de facturación del 25%.

Alianza internacional

La cadena de bricolaje coruñesa firmó en 2009 una alianza a cinco años con el grupo belga Hubo, que se hizo con un 50% del capital de la compañía gallega, pero antes de cumplirse el plazo, la sociedad se rompió y Jaen recuperó el 100% del capital que había sido propiedad de su familia.

El empresario consideraba que la aventura había sido positiva porque le había facilitado reducir a la mitad la deuda con los bancos, mejorar su sistema informático y definir un modelo de franquicia que no pudo desarrollar con éxito.

A la crisis interna y de consumo, se unió con el desembarco en el mercado gallego de competidores como Brico Depôt o Leroy Merlin, además de la presencia de Ikea.

Como es habitual y recoge la ley concursal, la juez da un plazo de un mes a partir de que el auto sea publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a los acreedores para que comuniquen al administrador concursal sus créditos pendientes y la justificación del tipo de acreedor que dice ser.

Dictum Abogados tendrá un plazo de dos meses para elaborar el informe con las posibilidades de resolución de la crisis de Bricoking.