Los trabajadores de Ferroatlántica volvieron a concentrarse ayer ante la sede de la fábrica de Brens, en Cee (A Coruña), en protesta por la pretensión de la compañía de separar la producción eléctrica en Galicia de las fábricas de ferroaleaciones para poder vender las centrales hidroeléctricas que tiene en la comunidad. La plantilla considera que mantener unidos ambos activos es "la única garantía de viabilidad y de empleo" para A Costa da Morte y denuncia que los anuncios del grupo dirigido por Juan Miguel Villar Mir de que realizará inversiones y construirá nuevas factorías en Galicia si la Xunta le permite segregar activos y vender las centrales es simplemente "una maniobra" para lograr sus objetivos. "No se debe olvidar que el grupo usó la misma maniobra cuando en 1992 adquirió el complejo industrial, las centrales y los embalses. Para intentar justificar la desvinculación de las plantas de electricidad y las fábricas también se había comprometido a realizar inversiones y desde entonces hubo otras promesas [incumplidas] como la construcción del famoso horno 23", relató el comité de empresa de la firma en Dumbría y Cee.

La plantilla asegura que Ferroatlántica solo acometió obras mínimas de mantenimiento, sin ampliar líneas de producción ni modernización de instalaciones. "Es el momento de que los beneficios reviertan en las fábricas y en la comarca, pero no a costa de la venta del principal activo para nuestra comarca, que son las centrales. Es de justicia social", aseveraron los representantes de los trabajadores del grupo industrial.

El comité de empresa también defiende que en 25 años la compañía no ha realizado inversiones reales en A Costa da Morte, concretamente en las fábricas de Cee y Dumbría, y que los beneficios obtenidos en ellas solo sirvieron "para montar y modernizar plantas en otras partes del mundo". Por ello, cuestiona los planes de inversión para Galicia difundidos en las últimas semanas por Ferroatlántica justo cuando se propone vender las centrales. "La empresa está en plena campaña mediática para influir en la opinión pública, realizando anuncios de inversiones y proyectos industriales, vinculados a la autorización de la operación", denuncia el comité de empresa, que aclara que aprueba cualquier proyecto que cree empleo y fortalezca el tejido productivo gallego, pero no vinculado a la venta de las centrales o a la segregación de la actividad energética de las factorías de ferroaleaciones.

La plantilla concede "poca credibilidad" a los proyectos anunciados por Ferroatlántica ante "el historial de promesas incumplidas" y alerta de que si se venden las centrales hidroeléctricas o se separan los activos "cerrarán las fábricas de Cee y Dumbría y desaparecerán 400 empleos".