La participación de los inversores extranjeros en las empresas cotizadas españolas superó el 43% en el primer semestre del año, un porcentaje que, de mantenerse al cierre del ejercicio, representaría un máximo histórico anual, según los registros de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Esta presencia de los inversores extranjeros en las cotizadas españolas queda patente en su alta participación en la negociación de acciones, cercana al 75%, y como propietarios en el mercado de deuda pública, donde su presencia roza ya el 45% del total.

El porcentaje registrado en el primer semestre del año es más de 12 puntos superior al registrado en 1992 y muestra el grado de apertura al exterior del mercado bursátil español y de sus empresas, "que han conseguido apoyarse en la visibilidad que proporciona el mercado de valores y en la financiación exterior para crecer", apuntó ayer BME.