La recuperación parece haber llegado al sector de la construcción en España y Gallega de Mallas, la empresa de Manuel Añón que elabora malla metálica electrosoldada, está dispuesta a aprovecharla. La firma, que hasta ahora centraba su actividad en una nave situada a la entrada del polígono de Sabón, con 10.000 metros de superficie, ha optado por dar el salto e invertir 12 millones en una nueva instalación que la quintuplica en tamaño (51.000 metros cuadrados) para mudarse a Carballo. El nuevo recinto le permitirá incrementar su producción un 67%, al pasar de las 60.000 toneladas actuales a las 100.000 de producto que elaborará en el polígono de Bértoa, todas ellas destinadas al mercado nacional.

El traslado es una apuesta de la empresa, según explicaron fuentes de Hierros Añón, por diversificar la producción y modernizar las instalaciones que en Arteixo llevaban años sin recibir un euro en inversión. La oportunidad surgió con las ofertas que Xestur, sociedad dependiente de la Xunta, realizó sobre el suelo industrial (una rebaja del 50%) de su propiedad para animar las ventas. El grupo de Añón se hizo con la parcela por 1,5 millones, a un precio de 30,56 euros por metro cuadrado, e invirtió un total de 12 millones en la operación, construcción de la nave, la compra de maquinaria y el traslado de la actividad.

Fuentes de la firma explicaron a este diario que la nueva sede está prácticamente finalizada y que prevé empezar la actividad en Carballo dentro de este primer trimestre. Gallega de Mallas ha comprado nueva maquinaria y trefiladoras para elaborar el mismo tipo de producto, malla electrosoldada, viguetas o grafil, aunque a partir de ahora se realizarán productos de diferentes calibres para ganar versatilidad en el mercado. La empresa, con un centenar de trabajadores, ya ha instalado en Bértoa la maquinaria más compleja, pero le queda pendiente reubicar la que trasvasará desde Sabón y a la plantilla para empezar a producir en su nueva ubicación.

De las 60.000 toneladas de producto que hasta ahora elaboraba en el polígono arteixán, Gallega de Mallas pasará a una media anual de 100.000 toneladas, según fuentes de la empresa, un 67% más.

De momento, la empresa todavía no ha decidió qué hará con la nave de Sabón, que quedará libre previsiblemente antes de que llegue la primavera. "De momento vamos cumpliendo los plazos, que es algo bastante inusual en estos proyectos", explican fuentes de la compañía. Ésta es la primera gran inversión de Manuel Añón en Galicia desde que estalló la crisis, durante la que invirtió 200 millones en Brasil para levantar una fábrica de mallas como la de Arteixo, una planta de laminación y una acería.