La experiencia de EEUU evidencia que el mercado laboral tiende hacia una escalada de los trabajadores independientes o autónomos. Se estima que un tercio de los ocupados estadounidenses son freelancers, proporción que incluye a los que, siendo asalariados, complementan sus ingresos con trabajos por cuenta propia. Una de las variantes de trabajadores independientes son los supertemps, profesionales de la gestión empresarial con altas cualificaciones que se ofrecen para trabajos temporales. La extensión del fenómeno freelancer añade desafíos al problema de sostenibilidad del Estado del Bienestar. Florentino Felgueroso remarca que los autónomos tienden a cotizar menos que los asalariados, lo que dificulta la financiación de un sistema de pensiones de reparto como el español y otros europeos. "Es un problema no menos importante que el demográfico", enfatiza Felgueroso.