El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su previsión de crecimiento para la economía española en una décima para este año y en dos para 2018 respecto a su pronóstico de octubre. También mejoró en las mismas cuantías su perspectiva para el bloque de economías avanzadas.

Con esta actualización, el FMI espera que el producto interior bruto (PIB) de España crezca este año un 2,3% (por debajo del esperado 3,2 o 3,3% de 2016) y que en 2018 se desacelere otras dos décimas, hasta el 2,1%.

La nueva proyección del FMI para España coincide con la de la Comisión Europea. Ambas se sitúan por debajo de la del Gobierno español, que espera para este año un avance del 2,5% (dos décimas más de lo que presagian FMI y CE) y del 2,4% (tres décimas más) en 2018.

El FMI mantuvo ayer inalteradas sus perspectivas de crecimiento mundial, con tasas del 3,4% en 2017 y del 3,6% en 2018. Ambas previsiones son más optimistas que las del Banco Mundial: 2,7% y 2,9%, respectivamente.

El Fondo mantiene su pronóstico para el producto mundial pese a que mejoró su previsión de crecimiento para el bloque de países avanzados, cuyo PIB conjunto confía en que avance un 1,9% este año y un 2% en 2018. Esta revisión al alza de una y dos décimas no mejora la perspectiva mundial porque el FMI se muestra ahora un poco menos optimista sobre los mercados emergentes y en desarrollo, para los que estima tasas del 4,5% (una décima menos) en 2017 y del 4,8% (sin cambios) en 2018.

La entidad, no obstante, es cauta sobre la previsión global. Define la economía mundial como un "panorama cambiante" y alerta de la "incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del Gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales". El Fondo cree que los riesgos "parecen inclinarse a la baja", pero no en el corto plazo, en el que siguen al "alza" por las tendencias "aislacionistas y el proteccionismo", "tensiones geopolíticas", una posible "desaceleración más grave en China" y un potencial "deterioro de las condiciones financieras mundiales".