Sorpresa mayúscula en el proceso electoral de la patronal gallega. La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) que lidera Antonio Fontenla ha roto el pacto firmado esta semana con el resto de provincias de no presentar candidato a la presidencia por falta de consenso y para tratar de reparar la imagen de ruptura que azota a la organización y ha lanzado al constructor Antón Arias como presidente de la patronal gallega. Arias aspirará el próximo viernes 27 de enero a liderar la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) con el apoyo de los empresarios de Lugo y parte de las asociaciones sectoriales, según acaba de anunciar el secretario general en funciones de la CEG, Jaime López.

Este no ocultó que la candidatura de última hora se recibió con "sorpresa", pero defendió el "importante" bagaje del aspirante en el ámbito de las organizaciones empresariales, dado que Arias fue presidente de la Federación Gallega de la Construcción durante varios años y presidente de la herculina. Para López, se trata de una persona "con un perfil muy negociador" y "gran talante", por lo que opina que puede ser "una figura que identifique perfectamente al empresariado gallego".

En esa línea, indicó que a falta de una reunión oficial de la patronal de Lugo para manifestarle su apoyo explícito, la entidad valora "positivamente" la candidatura. "Creo que es importante que una persona se ponga al frente de la organización", proclamó, para señalar que debe tener "ganas de trabajar por el consenso, por la unidad y apoyar fundamentalmente lo que el empresariado gallego" reclama de la CEG.

Advirtió que no sería "deseable" que el candidato no concitase el apoyo el día 27, cuando da un paso "valiente para ponerse al frente de la organización". Luego, apostilló, "el consenso se gana día a día".

La maniobra de los empresarios coruñeses, lejos de calmar las aguas en la Confederación, podría acelerar la ruptura de la patronal gallega, en una situación económica muy delicada -su supervivencia dependerá de que sea capaz de renegociar con la banca la hipoteca sobre su sede de Santiago de Compostela- ya que hay varias asociaciones dispuestas a dejar la CEG por la imagen que está transmitiendo. La de Arias ha sido la única candidatura que se ha registrado en plazo al creer el resto de posibles aspirantes que todas las partes respetarían el acuerdo alcanzado esta misma semana.

Ese pacto de Pontevedra, Lugo y A Coruña -Ourense suscribió el acuerdo el miércoles- era para que la junta faculte a la junta de vicepresidentes a que continúe gestionando la organización durante un "tiempo prudencial" de unos dos meses. En ese periodo pretendían reformar los estatutos y lograr un candidato de consenso. Antes de convocar las elecciones los cuatro líderes provinciales habían acordado una presidencia rotatoria para preservar la estabilidad en la CEG, pero a última hora se retiró por la reticencia de Antonio Fontenla. La de Ourense es la patronal más beligerante y en su junta directiva quieren que el coruñés deje de ser el portavoz.

Pero la jugada urdida desde la CEC ha hecho saltar el pacto por los aires.